Marco Tosatti, un periodista vaticanista ultracatólico, escribió la denuncia de Viganò contra el Papa.

Publicado el 04 septiembre 2018 por Santiagomiro
 El Papa Francisco.El periodista, Marco Tosatti.
El pasado 22 de agosto, en un apartamento romano, el ex nuncio Carlo María Viganò terminó de preparar la bomba contra Francisco. Una carta de 11 folios, basada única y exclusivamente en su testimonio, sin prueba alguna, en la que acusaba al Papa de encubrir los abusos sexuales del ex cardenal Theodore McCarrick, saltándose una supuesta sanción de Benedicto XVI contra el purpurado norteamericano. Hoy sabemos que no fue Viganò quien escribió la carta, sino que contó con la pluma de uno de los vaticanistas más furibundamente anti-Bergoglianos: el italiano, Marco Tosatti. La misiva en la que el ex nuncio acusaba al Papa de encubrir los abusos sexuales de McCarrick contó con la pluma Marco Tosatti, uno de los periodistas italianos que más le ha atacado.
Nacido en Génova y residente en la actualidad en la ciudad de Roma, Tosatti ha sido el vaticanista del Diario La Stampa desde 1981 hasta 2008. Ha escrito numerosos libros, sobre temas de religión e historia, en particular del Medio Oriente y sobre la cuestión armenia. Tosatti se convirtió a la fe observando cómo rezaba San Juan Pablo II. Durante años, le acompañaba en sus viajes. Viaje tras viaje y sin buscarlo, Marco se impresionó por la forma de rezar del Papa. “Me di cuenta –reconoce- que era un ser de una humanidad extraordinaria y gran inteligencia. Su trayectoria no era en absoluto clerical, pues ¡era un actor de teatro! que había desembarcado en la fe”.

Fue Marco Tosatti quien reescribió las impresiones del arzobispo contra el Papa, y quien le convenció del impacto que supondría publicarlas después de conocerse el informe de Pensilvania, y justo durante el viaje de Francisco a Irlanda, una de las cunas de la pederastia clerical. Un “golpe de Estado” en toda regla, tal y como confirman en privado fuentes vaticanas, que oficialmente mantienen el silencio que se autoimpuso Francisco en el vuelo papal, a la espera de que los ultraconservadores puedan lanzar alguna otra bomba. Marco Tosatti aseguró haber convencido a Viganò para eliminar las denuncias que no podían sustentarse o documentarse “porque tenía que ser absolutamente irrefutable”. Sin embargo, como ya publicó Jesús Bastante en Eldiario.es, la mayor parte de las acusaciones se desmienten por sí solas.La reconstrucción de Marco Tosatti es la única versión sobre la elaboración del documento. Pero se desconoce el paradero del ex nuncio desde la publicación de los ataques contra el Papa. El periodista y Viganò trabajaron en la redacción de la nota. Una vez escrita, el vaticanista buscó y encontró publicaciones dispuestas a publicarla al completo: el pequeño diario italiano La Verita, el National Catholic Register, que se edita en inglés, y, en español, InfoVaticana, todos ellos medios ultraconservadores que, como el propio Tosatti, han hecho de la crítica a Francisco su leit motiv y que decidieron publicar la carta durante el viaje del Papa a Irlanda, para que el impacto de la bomba se multiplicase.The New York Times informa que Timothy Busch, consejero delegado de la cadena de televisión católica EWTN (también conocida por su conservadurismo y propietaria del National Catholic Register), subrayó “que Benedicto XVI había confirmado la versión dada por el arzobispo Viganò”, por lo que se decidieron publicarla. Pero, tal y como ha asegurado el secretario personal del Papa emérito, George Gänswein, “el papa Benedicto no ha hecho ningún comentario sobre el informe del arzobispo Viganò y no lo hará”. En declaraciones al diario alemán Die Tagespost, Gänswein fue muy claro al responder a la pregunta de si Ratzinger conocía la versión del ex nuncio. “¡Fake news! ¡Noticias falsas!”, alegóEntretanto, y tras un breve descanso, Francisco participó en la audiencia pública de los miércoles en la plaza de San Pedro. Frente a lo publicado por algunos medios italianos, que apuntaban que estaba “amargado” tras la publicación del informe de Viganò, la Sala Stampa del Vaticano aseguró que “no está amargado, sino trabajando como siempre”.