Ingredientes:
-1 huevo.
-2 yogures griegos.
-650grs harina.
-80grs azúcar.
-25grs levadura fresca prensada.
-30grs mantequilla.
-1 cucharadita de sal.
-60ml leche.
Para el relleno:
-75grs mantequilla.
-100grs azúcar.
-1 cucharada de canela en polvo.
Para el glaseado:
-Azúcar.
-2 cucharadas de leche.
-Colorantes (amarillo, verde y púrpura).
Comenzamos diluyendo la levadura en la leche tibia, y la mezclamos entonces con el huevo, los yogures, la mantequilla fundida y el azúcar.
Una vez esté todo bien batido añadimos la sal y la harina y mezclamos y amasamos hasta que quede una masa suave y homogénea, y la dejamos reposar 1 hora en un lugar cálido).
Una vez haya fermentado la masa y haya aumentado de volumen volvemos a amasar ligeramente y la estiramos bien formando un gran rectángulo. Mezclamos la mantequilla que teníamos para el relleno (blandita) con el azúcar y la canela y repartimos la mezcla por toda la superficie de este rectángulo de masa fina.
A continuación vamos enrrollando la masa hasta llegar al otro extremo y enrrollamos el cilindro que tenemos ahora formando una rosca, sellando bien los dos extremos para que no se abra.
En el centro, a mí me gusta colocar un bol o un vaso para que al fermentar no se cierre el agujero, pero sólo es una cuestión de estética... Y dejamos fermentar de nuevo hasta que doble el volumen. Una vez listo nuestro roscón lo llevamos al horno precalentado unos 20-25 minutos a 180°C, hasta que quede bien doradito.
El glaseado lo preparamos con azúcar humedecido con un poco de leche, y lo utilizaremos para cubrir nuestro delicioso rollo. Además colorearemos un poco de azúcar de amarillo, otro poco de verde y otro de púrpura, y lo añadimos por encima del glaseado para que se pegue, decorando este típico pastel.
Al igual que en nuestro roscón de reyes, los americanos suelen esconder una sorpresa debajo del roscón que suele ser un muñequito con forma de bebé, aunque yo he prescindido de él. El resultado ha sido espectacular... Pruébalo!