La marea roja consiste en la proliferación de algas microscópicas en el mar, más conocidas como fitoplancton. Estos organismos constituyen la base de la cadena alimentaria, siendo el alimento de peces pequeños, moluscos y otros animales marinos.
El crecimiento desmesurado de estas algas altera al ecosistema marino, ya que su acumulación evita el paso de luz a los organismos que viven por debajo y recogen todo el oxigeno disponible del agua, dejando sin nutrientes a peces, bivalvos y otras algas.
Aunque estas toxinas no afecten a los moluscos directamente, en el hombre pueden desencadenar problemas gastrointestinales, por lo que se prohíbe su comercialización y consumo.
Otros tipos de fitoplancton pueden producir toxinas que causan problemas de parálisis y amnesia temporal al ser humano.
Se está trabajando para estudiar los cambios que se producen en el océano que provocan la proliferación de estas microalgas para poder evitar su desarrollo descontrolado en un futuro más o menos cercano. Para su investigación se evalúan distintos factores físicos del medio y se intenta predecir el fenómeno, alertando a los mariscadores para que puedan recoger el marisco antes de que sufra daños.