Hoy comienza la tercer edición del festival online Márgenes, abierta a todos los cinéfilos y, por si fuera poco, completamente gratuita hasta el 31 de diciembre. Y visto el conjunto de la selección oficial de las doce películas finalistas, estas Navidades prometen ser de lo más variadas, divertidas e interesantes.Frente al acartonamiento de los presentadores tele de toda la vida y los anuncios empalagosos de pseudo estrellas en pleno big bang, Márgenes ofrece algo muy inhabitual en nuestro panorama nacional: la realidad, el compromiso y la verdad. Abróchense los cinturones, las navidades se anuncian agitadas.Nada mejor para comenzar que conocer otros lugares, formas de expresarse y pensar distintas y culturas diferentes que nos abren la mente a otras realidades. Un turismo visual prometedor pero, recordemos que estamos en Márgenes, alejadísimo de las imágenes típicas, los lugares sobados y las postales de estanco.Al portugués Gonçalo Tocha le encargan un documental sobre la sacrosanta y mítica ciudad de Guimarães, cuna del Reino de Portugal, Patrimonio de la Humanidad y Capital Cultural Europea 2012, y no se le ocurre otra cosa que aplicar una alta dosis de ironía, un sentido del humor casi británico y una mala lecha muy necesaria para acabar con todos los tópicos de estas celebraciones.Seamos sinceros, en muchos de estos eventos mediáticos se trata más bien de mucho negocio y poca cultura. En el documental Torres y cometas el cineasta, muy finamente, pone las cosas en su sitio y su burla educadamente de muchos de los mitos fundacionales y storytellings nacionales (concepto de moda desde hace unos años, que tuvo sin duda su origen en España, en su versión “vende motos”).De Portugal pasamos a nuestro Patrimonio Nacional, de Jean Castejón Gilabert, uno de los descubrimientos más interesantes del festival. De las imágenes casi abstractas de su inicio vamos a acompañar, poco a poco, la visita de tres amigas a La Santa Cruz del Valle de los Caídos.Con un tratamiento de las imágenes extremadamente poético, sobreimpresiones alucinantes y una inspirada mezcla de documentos visuales de archivo, extractos de textos literarios (Las ocas salvajes de Víctor Hugo, entre otros), se construye una historia que va más allá de un simple paseo. Presenciar la sutilidad empleada para defender la barbarie siempre resulta impresionante y, aunque no sea novedoso, no viene mal recordar que “la civilización está en el pueblo, la barbarie en los gobernantes o que asesinar a un hombre es un crimen pero asesinar a un pueblo, una cuestión”. Impresionante.Y pasando al terreno más próximo a la ficción, la película de la selección que, quizás, contenga los mejores planos del festival, la exquisita Fogo, de la mexicana Yulene Olaizola. El título evoca el nombre de una isla canadiense ubicada al noroeste de Newfoundland, y la película comienza con uno de sus últimos habitantes anunciando que el último ferry sale pasado mañana. Frente a una naturaleza majestuosa pero sumamente ruda, algunos se aferran a quedarse en la isla, otros dudan, mientras disfrutan de su belleza y sufren de su hostilidad. Entre documental, retrato y ficción se plantea la cuestión de mantener sus raíces o buscar nuevos horizontes. Bellísimas imágenes.Personalmente no tengo ninguna duda. Yo me quedo disfrutando de Márgenes hasta el 31 de diciembre (fun fun fun), sencillamente por una razón: para llegar al centro, primero hay que atravesar los márgenes. ¿Nos acompañas?