María Asurmendi, en la puerta del vestuario del Gernika. Foto: Toni Delgado.
"¡Venga, ahora nos toca a todas a descansar! Mañana será un día largo, otra final y el domingo levantaremos la Copa", arenga a sus compañeras en el vestuario María Asurmendi (Pamplona, 1986). En el pasillo de Fontajau se escucha perfectamente el discurso de la líder del Gernika, que ha descompuesto al Al-Qáceres con un epílogo impoluto en la Copa de la Reina de Girona. Asurmendi aparece con las zapatillas en la mano y habla con Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / Girona—Has metido 13 puntos en los últimos cuatro minutos: ocho tiros libres, un triple y una entrada. Es oficio. Y carácter quizás. Teníamos más o menos el partido encarrilado, pero cuando parecía que lo podíamos sentenciar, han dado un empujón. He tirado un poco de la experiencia que habíamos tenido en Liga, pues en ambas ocasiones nos habían remontado exactamente igual, justo cuando teníamos el partido en la dirección que queríamos... Tengo carácter y los tiros me han entrado. —El próximo rival será Perfumerías Avenida. Siempre lo he dicho: nosotras no podemos tener presión. Perfumerías Avenida y Uni Girona son los favoritos. —Habéis puesto una canción en el vestuario. ¿Cuál es?Era una que teníamos en el móvil. Últimamente estamos mucho con reggaeton. Siempre suenan cinco o seis, pero no las llevo en el móvil. —En poco más de un año has pasado por tres equipos (CB Conquero, Perfumerías Avenida y Gernika). ¿Cómo te ha hecho crecer adaptarte a entrenadores y compañeras diferentes? Tengo ya 30 años y todas las experiencias han ido sumando. La circunstancia no es es normal: hubo problemas económicos en Huelva, no pude renovar en Perfumerías y he llegado a Gernika donde, desde el primer momento, me han hecho sentir como en casa. Los momentos duros te hacen más fuerte, competir con jugadoras como las de Perfumerías Avenida te hace crecer y aquí tengo otro rol y lo estoy disfrutando igual. —María Pina y tú sois las únicas que habíais jugado la Copa en el equipo. No se trata de transmitir nada especial. Es un torneo muy chulo, el todo o nada. Se ha notado mucho en los primeros minutos de partido: baja anotación, nervios, tensión... Hay que intentar controlarlo, pero hasta que no llegar a la situación, no es fácil. —¿Te recuerda el grupo humano del Gernika al del Conquero del curso pasado?Son plantillas y equipos diferentes. A nivel humano es un grupo muy bueno, pero también es cierto que en Huelva renovamos varias jugadoras del primer año. Había una dinámica muy positiva y la confianza era muy grande. Aquí el camino es bueno: la gente está acoplada, ha habido dos incorporaciones, muchos cambios... —Hay gente que te tiene mucha confianza, te sigue desde hace mucho tiempo y te llama María del Carmen. [Nos reímos]. Es muy sucio preguntar eso [más risas]. ¡Si te lo han dicho es porque que me conocen mucho! Es mi nombre y no tengo ningún problema, aunque no me ha gustado nunca. Desde chiquitita siempre me han puesto motes: María, Asur... En el pack no entraba María del Carmen. La gente me vacila con ello y me río mucho. —¿En qué jugadoras te fijabas de pequeña?En cada época de tu vida te fijas en personas diferentes. Siempre me han gustado las bases directoras con capacidad de anotar y, sobre todo, que hagan jugar bien al equipo. Elisa Aguilar y Clara Bermejo son en las últimas en las que me he fijado. —¿Y Noemí Jordana?Por supuesto. Para mí, en los últimos años Noe ha sido y sigue siendo una referente. Es el perfil de base que me gusta.