María de Borgoña y Maximiliano I de Habsburgo: novia rica, novio pobre

Por Ladycaroline

María, duquesa de Borgoña (retrato de 1479)
María de Borgoña nació en Bruselas el 12 de febrero de 1457. Era la única hija de Carlos, duque de Borgoña, más conocido con el Temerario y de Isabel de Borbón. Según la describía su futuro marido, Maximiliano, era como una princesa salida de un cuento de hadas: era pequeña, blanca como la nieve, con cabellos negros, una nariz chiquitina, una cabeza pequeña, un semblante agradable, a pesar de sus ojos ligeramente cansados y su boca demasiado grande.
María era la única heredera de un vasto y rico domínio, englobando el Ducado y el Condado de Borgoña y la mayoría de los Países Bajos. Por es ta razón, a lo largo de su juventud estuvo siempre rodeada de diversos pretendientes que ansiaban su mano. Cuando todavía era una niña de cinco años, recibió su primera proposición para desposarse con el futuro rey Fernando II de Aragón. Más adelante hubo otros como El duque de Clarence, hermano de Eduardo IV de Inglaterra ; Nicholas I, duque de Lorena; Carlos de Valois, duque de Berry; y Carlos de Angulema, padre del futuro Francisco I. Conclusión, la lista era interminable, le llovían candidados por todos los rincones de Europa.
En 1477, Carlos el Temerario fue derrotado en la Batalla de Nancy, y María a sus diecinueve años pasó a ser la heredera de su vasto imperio. Luis XI de Francia no podría dejar escapar una oportunidad como esta, era el momento ideal para aspirar al Ducado de Borgoña, Franco Condado, Picardía y Artois. Para lograr su objetivo, solicitó a la duquesa borgoñesa que se casara con su débil y frágil hijo Carlos VIII, a pesar de que fuera trece años más joven que María. Pero María tenía voluntad propia. Había escogido un príncipe de la casa Habsburgo. La duquesa, aconsejada por su madrasta Margarita de York, declinó la amable la oferta del monarca francés.

María de Borgoña y Maximiliano I de Habsburgo
Brujas(Bélgica) , vidriera de la Basílica of the Holy Blood (apróx.1490)
Los jovenes ya se había visto en una ocasión, en Tréveris, en 1473. El futuro Maximiliano I, dos años más joven que María, era un príncipe alto, romántico, de espiritú sanguíneo y modales encantadores. Poseía una gran nariz aguileña, delicada educación, y la sangre portuguesa que corría por sus venas daba vida a su rostro. Sin embargo, había sido pobre toda su vida. Lo era tanto que no podía ir en busca de su futura esposa. Para que fuera visitarla a Gante, la duquesa le envió rápidamente dinero para equiparse y presentarse con pompa y esplendor ante su corte. Y así, fue el joven príncipe en su busca. Caballero y galante, Maximiliano se enamoró de María.
Maximiliano besó a su novia por primera vez delante del obispo de Tréveris. Era costumbre, en los enlances reales entre extranjeros, que la joven escondiera una flor en su pecho, flor que tenía que buscar el novio. Maximiliano buscó en vano la dicha flor, hasta que el obispo suplicó a la princesa que aflojara su corpiño. La encontró entonces Maximiliano y en la mañana siguiente se casaron.
De aquella unión nacieron dos hijos, Felipe el Hermoso (1478) y Margarita de Austria (1480). María iba a dar a luz a un tercer hijo cuando sufrió una terrible caída. Ella adoraba montar a caballo y estaba de cacería con Maximiliano cuando su corcel tropezó, lanzándola al suelo y rompiéndole la columna. Días después María falleció. Esto ocurría en 1482 cuando apenas tenía veinticinco años. Su súbita muerte dejó toda la corte desconcertada y a Maximiliano desconsolado.
Años más tarde, en 1493, Maximiliano contrajo matrimonio por segunda vez con Bianca María Sforza, la hija de Gian Galeazzo Sforza, duque de Milán, pero no tuvieron descendencia.
Bibliografía:
http://en.wikipedia.org/wiki/Mary_of_Burgundy
Hackett, Francis: Francisco I, rey de Francia, Editorial Planeta de Agostini, Barcelona, 1995.