Un árbol
es el viento que me mueve
La calma son bombillas encendidas
en los márgenes del camino
y no hay prisa en las calles
amamos y nos apartamos por un momento
porque los niños han dejado de dormir en la boca de dios
saben que las guerras sí existen
y encender cerillas dificulta el volver a casa
María Sotomayor. La paciencia de los árboles. letour1987, 2ª edición, marzo de 2016.