A Dante también le gustaba, Victoria estaba entre sus preferidos... clásico, elegante...
Sin dudarlo, a los 6 meses de embarazo, lo decidimos: se llamaría Victoria. Pero pasó algo llamativo. Unos días antes de mi casamiento con Dante tuve un sueño muy particular: estaba parada frente a la Virgen del Valle (de Catamarca) y no podía evitar llorar ante su presencia. Sentía emoción y agradecimiento. Me desperté ese día confundida, sin entender cuál sería la causa de mi agradecimiento en el sueño. Pensaba que estaba a punto de casarme, y que quizás ese era el motivo de agradecimiento para mí, pero no se sentía real... había algo más que no lograba identificar. Uno o dos días después, en el momento mismo de tener el positivo en mis manos, lo supe: era eso lo que agradecía, el milagro de la concepción de mi hija. Por eso "Victoria" ya no parecía suficiente y le agregamos "María", en honor a la Virgen del Valle, que me hizo saber, un par de días antes, que me daría algo que me haría tan feliz que me provocaría llanto. Fuimos a agradecer a la Virgen del Valle cuando Vicky tenía seis meses dentro de la panza. Fuimos su abuela, su tía, su papá, su hermano mayor y yo. Ahora le estamos debiendo la visita posterior al nacimiento. Qué te llevó a vos a elegir el nombre de tu bebé?
Victoria es un nombre que siempre me gustó, siempre me pareció fuerte, femenino pero fuerte, y me gustaba como nombre para identificar a mi hija. Luego de tres embarazos que no llegaron a destino y de dos años de infertilidad sin causa, me gustó mucho más.