Hace tiempo que el sonido de la armónica me subyuga, un instrumento tan pequeño pero tan expresivo y a la vez grande cuando hay un músico profesional detrás. Creo que el primero que escuché fue al belga Toots Thielemans, auténtico maestro de una pléyade de armonicistas entre los que después me encontré a Stevie Wonder. Como admirador del gran Piazzolla la armónica tiene mucho de bandoneón, e incluso en Asturias pudimos escuchar allá por el 2007 el Concierto para armónica y orquesta de Villa Lobos, llevando el instrumento a las salas sinfónicas, con la OSPA, Bonfiglio y Pablo González dirigiendo.
En Oviedo este miércoles me lo perdía pero Gijón lo tengo cerca y el cuerpo me pedía oxigenar en puerto de mar, por lo que esta vez a la segunda fue la vencida. Venía solamente con un pianista argentino de nombre muy español, Mariano Díaz, que lleva años acá, habiendo sido alumno de su compatriota Horacio Icasto del que ha tomado "buena nota" convirtiéndose en un aventajado y habitual acompañante del gran saxofonista Pedro Iturralde.
Desde Bud Powell y sus "Hallucinations", pasando por su maestro Toots Thielemans, sin olvidar tributos a John Coltrane ó Charlie Parker, y cómo no, otro grande de la armónica (¡y de las teclas!) como el ya citado Stevie Wonder ("Overjoy") para finalizar versioneando nada menos que a Lennon & McCartney ("I feel fine") en arreglo del propio Mariano, la velada hubiera sido redonda en un club con una buena copa, aunque el público ahora no pueda fumar. Pero de Jazz en mi tierra no estamos muy sobrados últimamente, así que como cantamos "quien estuviera en Asturias en algunas ocasiones", y este jueves era una de ellas.
El vídeo de arriba (mala imagen pero buen sonido para estar tomado con un teléfono y a oscuras) fue la propina, versión medley con un "No nos moverán" que más bien pensábamos los felices escuchantes...