Mariano Rajoy no se entera de nada

Publicado el 02 diciembre 2014 por Chiverico
Parece que todo lo que está ocurriendo no va con él. Se ve que Mariano Rajoy vive en un mundo aparte que el resto de ciudadanos de españoles. Debe ser que lo que está sucediendo en la vida real es solo un sueño del que el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, no quiere despertar. Pero es una auténtica pesadilla para todos los que viven en España de la que sí quieren despertar de una vez.
Ya sabíamos que Mariano Rajoy no se enteraba de nada cuando lo vimos en un programa de televisión con una cantidad de folios entre sus manos, cara de estar atento a todo, bolígrafo en mano apuntando lo que le estaban diciendo y comenzando su intervención con un "es que no entiendo ni mi propia letra". El sonido de las manos en la cabeza de los españoles resonó hasta la Estación Espacial Internacional.
Pero la penúltima gota que está a punto de hacer colmar el vaso, si es que antes no revienta, ha sido con las últimas declaraciones efectuadas en el Congreso de los Diputados. Rajoy tenía que rendir cuentas ante sus señorías sobre la dimisión de Ana Mato como Ministra de Sanidad, además de otros temas de esta variopinta y rocambolesca situación que está viviendo España. Tanto es así que se podría escribir mil y una novelas sobre picaresca que no tendrían nada que envidiar a los escritores del Siglo de Oro.
Con el tema de Ana Mato, Mariano Rajoy demuestra que tiene menos visión que el ciego de "El Lazarillo de Tormes". Dejó que hiciera recortes en la Sanidad publica beneficiando así a la sanidad privada. Hizo aún más recortes en relación a los usuarios de la Ley de Dependencia. Fue la ministra que dio vida al copago en la Seguridad Social, a veces aceptable pero no permisible para las familias que se encuentran en un estado precario de economía. Es la que ha dejado a más de 800.000 personas sin cobertura sanitaria en España. Ahora que ha sido señalada por el juez Pablo Ruz como una de las beneficarias del caso Gürtel, ni Mariano ni Ana han visto aún el Jaguar que había delante de la puerta del chalet de la exministra, Rajoy la defiende a capa y espada diciendo que la exculpa de todo mal porque ella es un angelito que no ha roto un plato en su vida. 
No contento con eso, el Presidente pone la guinda al pastel del Alzheimer político generalizado. Más que guinda es una guindilla de las picantes. Viendo todos los casos de corrupción que están a diestra y siniestra de la piel de toro de la que no se libra ningún partido político, dice con cara de ser un entendido en el tema que "España no está corrompida" y que "entiendo la indignación de los españoles". Los miembros de su partido en pie jaleándolo en el Congreso como si estuvieran presenciando un concierto de la Pantoja días antes de entrar en su "nuevo hogar". Desde el otro lado del plasma, los españoles sí que no entienden nada.
El disco duro "popular" parece haber borrado de su memoria todos los casos de corrupción que han habido, hay y habrán, y aún no han salido a la luz, de los miembros de su partido. Tampoco recuerda nada de los casos  de los miembros de los demás partidos. O tal vez sí, porque cada uno ve lo que quiere ver intentando pasar la patata caliente antes de que esta le acabe las manos. Por no decir lo de poner las manos en el fuego por alguien, como también le ha ocurrido a Rajoy con el bueno de Carlos Fabra. A este paso Mariano va a salir ardiendo de La Moncloa.
Mariano Rajoy no pierde el tiempo a la hora de sacar pecho delante de sus homólogos internacionales al decir que está "muy contento del trabajo, esfuerzo y resultados" de sus ministros. Debe haber olvidado que Alberto Ruíz Gallardón dimitió porque nadie le hizo caso cuando quiso reformar la Ley del Aborto. Que su querídísimo ministro de Cultura Jose Ignacio Wert la tiene liada y bien liada con los recortes en becas, en materiales escolares o con lo de "españolizar" a los niños catalanes. Wert más bien tiene pinta de parecerse más al viejo gruñón de Los Simpson, Montgomery Burns, que al ministro preocupado por la cultura, la alfabetización, que a ningún niño le falte de nada en los centros educativos y el respeto por las demás culturas y lenguas cooficiales del Estado.
Del empleo poco se puede decir. Fátima Báñez, una ministra que tampoco se entera de mucho, al igual que su jefe, que promete el oro y el moro y se emociona cuando la tasa de paro desciende en 300 personas. Tampoco no es que se dé mucha cuenta que cada vez son más los parados de larga duración , pero que es más fácil hacer durar el dinero en el bolsillo del empresario que intentar que los parados encuentren un empleo fijo permanente. Eso se ha convertido en toda una utopía. Aquel que lo consigue prefiere más hacerse un selfie con el contrato en la mano que dar la mano a la persona que lo ha contratado.Es lo que Báñez ha bautizado como "empleo de calidad". Un dato para todo esto. De los 1.267.783 contratos que se realizaron en noviembre, 589.814 fueron por obra o servicio, otros 530.699 por eventuales circunstancias de la producción, 117.780 de interinidad. Por jubilación especial 64 años se hicieron 42, por relevo 1.190, por jubilación parcial 2.033, para personas con discapacidad 1.722, prácticas 5.358, formación 12.312 y de otro tipo 6.833.  Todo calidad se ñora ministra.
El Presidente del Gobierno parece que tampoco tiene ni idea de que más del 22% de los habitantes en España está por debajo del umbral de la pobreza. No ve que un 21,6% de los niños en este país está también sufriendo el terrible problema de la pobreza en su faceta más cruel. Lo mejor para todo esto es mirar hacia otro lado, seguir subiendo impuestos, subir el precio de los libros, el IVA reducido, aunque ya no están reducido como parece ser. ¿Lo mejor? Dejar que esta franja de impuesto directo sea para los artículos de lujo y que el 18% sea para artículo de primera necesidad. Ya se apañarán los pobres mientras sus amigos los ricos puedan seguir haciendo su agosto aunque estemos en diciembre. 
La lista no acaba aquí. No hay que olvidar que los sueldos bajan o se congelan, pero los servicios básicos como la luz, gas o teléfono suben sin parar. Los Servicios Sociales se desviven por intentar buscar soluciones mientras que el Gobierno no quiere dar un respiro durante la Navidad a los que no pueden pagarlos. No hay que olvidar el tema de los deshaucios. Aunque Rajoy y su grupito de ministros intenten ponerse medallas al respecto, diciendo que todo va por "el buen camino" y que han habido menos deshaucios que en otros años, el número de desahucios se incrementó en un 5,7% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2013. A esto hay que añadirle los suicidios ocasionados por esta situación. Pero Mariano dice que todo va mejor.
Mariano Rajoy ha perdido los papeles en todos los sentidos. Sigue sin decir nada allá donde va. Mucha paja y poco grano. Se esconde bajo las alas de la "coach" vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la que señalando con el dedo y mirada desafiante grita a un diputado del PSOE que este tiene que contestar porque su jefe no es capaz de hacerlo. No debe haber tomado nota de lo que habitualmente hace ella cuando su "líder" solo proclama balbuceos.
Según la diplomacia internacional y el protocolo político España tiene un presidente del Gobierno. Según la gran mayoría de españoles, hay que utilizar la tabla ouija para poder ponerse en contacto con una entidad fantasmal que dice gobernar España.