Si te gusta el pique, seguramente seas fan de la gastronomía mexicana, una cocina con una gran variedad de ingredientes y platos deliciosos que combinan todo tipo de sabores, aromas y texturas, y en los que por supuesto nunca faltan los chiles y condimentos para darle un toque picante a cada plato.
Hablando de comida con abundante especia, los vinos tampoco podían faltar a esta cita de maridajes para complementar una experiencia llena de contrastes. Si no estás habituado al picante, sugerimos que optes por vinos de baja graduación alcohólica para evitar que la suma del picante y el exceso de alcohol sea un inconveniente a la hora de aliviar nuestro paladar. En un primer momento, la acidez del vino puede avivar la sensación de picor en nuestra boca, sin embargo los azúcares contenidos ayudarán posteriormente a relajar la situación y prepararnos para el siguiente bocado.
A la hora de maridar la comida mexicana con un buen vino, de partida podemos optar por tintos con cierto carácter dada la fuerza que caracterizan a los platos mexicanos, sin embargo, en esta entrada te ofrecemos distintas sugerencias para disfrutar de una experiencia diferente.
Sugerencias de maridaje
Vinos blancos: frescura
Sin duda aportan mayor frescura por su acidez, además al servirse fríos nos ayudan a superar mejor esos instantes de calor que sentimos en nuestra boca. Las notas frutales del vino blanco combinan a la perfección con los ingredientes de la gastronomía mexicana, entre los que suelen destacar los chiles, la lima o el cilantro, algo tan delicioso como las enchiladas verdes. Los blancos también maridan muy bien con aquellos platos donde está presente el mar (camarones, pulpos…), por ejemplo en un plato tan típico como el ceviche.
En estos casos, podemos decantarnos por S-Naia 2014, un Rueda muy refrescante elaborado con uva Sauvignon Blanc que aporta su punto ácido o Martivilli, otro Rueda que el el que destacamos la frescura de su acidez que ensalza un post-gusto largo, meloso y fragante.
Vinos tintos: afrutados
Como ya hemos indicado anteriormente, evita los vinos con demasiado alcohol así como con muchos taninos ya que acentúan el sabor de la comida y en el caso de platos muy picantes puede no ser una buena idea. En el caso de vinos tintos, es recomendable optar por vinos ligeros y afrutados que casan muy bien con platos de carne y salsas especiadas como enchiladas, quesadillas, frijoles, mole…
Para elegir tintos, una buena elección es Nekeas Tempranillo Merlot 2014, un joven en el que destaca la dulzura de las bayas y cerezas pero sin perder ese punto de carácter con un buen final en boca. Venta Morales es un Vino de la Tierra con uva 100% tempranillo que es todo fruta y frescura. Tampoco puede quedarse atrás Cortijo Los Aguilares, un tinto joven de Ronda. En nariz predominan los frutos rojos y el leve recuerdo a hinojo mientras que en boca resulta en un vino muy fresco y untuoso gracias a la combinación de uvas Tempranillo, Merlot y Syrah.
Vinos rosados: equilibrio
Si preferimos buscar el balance de sabores a la hora de degustar alguno de los platos populares, el vino rosado puede ser también un buen acompañante ya que también se sirve frío y su graduación alcohólica no suele ser elevada, por ejemplo si optamos por unos tacos al pastor o de cochinita pibil.
El vino Fontalba & Capote Rosado 2013 es un D.O. Sierras de Málaga con uva 100% Cabernet Sauvignon que aporta frescura y un buen equilibrio en boca con solo 12,5% de graduación.
Estas son algunas de nuestras sugerencias, si te adentras en la comida mexicana y optas por nuestras recomendaciones o mejor aún por la aventura del sabor no dudes en compartir con nosotros tu experiencia. Salud!