Maridaje en Restaurante Orlando de Utiel (Valencia)
Cena maridada celebrada el Viernes 24 de Julio 2015 en este céntrico local situado en el nº 1 de la calle Nicolás Ruiz, de Utiel (Valencia) y que de la mano de un servidor pudimos adentrarnos en una experiencia gastronómica durante más de 3 horas, en el que el numeroso público asistente pudo aprender nociones básicas de conservación y servicio del vino, además de aprender de una manera muy próxima, los perfiles y filosofía de los vinos esta noche presentados.
Los citados vinos fueron acompañados para la ocasión de una manera muy acertada, empleando platos habitualmente elaborados por el equipo de cocina de este restaurante, encabezado por Juanjo Gómez Candel, gerente de este restaurante y buen amigo personal.
Nunca es fácil prever el grado de compromiso o el nivel de interés que pueda mostrar la gente, y sobretodo teniendo en cuenta que por muy raro que parezca, era la primera vez que se celebraba este tipo de eventos en Utiel. Digo raro, ya que siendo tierra de vinos, sorprende que nunca antes ningún restaurante se haya atrevido a llevar a cabo semejante presentación, y claro, como bien se sabe que nadie es profeta en su tierra, todavía me ocasionó más respeto, el llegar finalmente a tomar la decisión de llevar a cabo este maridaje.Tengo que reconocer que mi admiración y sorpresa se confirmó al poco de publicar en redes sociales, la realización de este maridaje, ya que en muy pocos días se completó el aforo previsto de 35 personas, por lo que agradezco con estas lineas, a todos los asistentes por su respuesta, demostrando el gran interés que existe en general, por aprender y conocer más de cerca todo lo que envuelve la cultura del vino.
Con gran puntualidad casi la totalidad de los participantes se presentaron a la hora acordada para tomar esa primera copa de cava de bienvenida y realizar la toma de contacto inicial con los participantes, para inmediatamente tomar asiento y comenzar con los primeros compases de esta cena.
La idea era poder realizar con este espumoso, un maridaje tradicional, aunque con un toque muy personal, ya que con unos tostados buñuelos de ajoarriero (principalmente elaborado a partir de patata y bacalao), se pretendía transmitir a los presentes, la idea de comenzar el aperitivo o los entrantes con este tipo de bebida, y mostrar que guardar para el cava para el postre, no es lo más acertado, ya que se puede a llegar a disfrutar de una manera más plena, si se tiene en cuenta que un buen espumoso puede perfectamente estar a la altura de muchos platos. La textura crujiente que le dió ese punto de rebozado y la sensación salada del propio bacalao, armonizó de una manera muy acertada, con cada sorbo de este gran cava.
Con la intención de poder apreciar un maridaje de semejanzas, el plato pensado para acompañar este vino fue una Ensalada Templada de Langostinos con Mermelada de Naranja.una idea refrescante en la que se pretendió conjugar las tonalidades dulces presentes en ambas partes, buscando un equilibrio, y evitando todo posible contraste. Se tuvo en cuenta la presencia en el vino de unos importantes y ya citados recuerdos a naranja confitada, para aderezar la ensalada con ese mismo sabor y a su vez desconfigurando el típico orden protocolario, de dejar los sabores dulces para el final de la comida.
Para acompañar este vino rosado, se sirvieron unos Tacos de Foie Gras con Cebolla Caramelizada y Menta, con brotes de cebolla. Con este plato se buscó presentar un maridaje de contraste, ya que la marcada acidez del vino pudo resaltar este buscado contraste. Plato de textura blanda, untuosa y de sabor muy fácil, que en conjunto no se apreció ni por sabor, ni por aromas, por encima de los mismos ofrecidos por el vino, resultando en conjunto, una intensidad equilibrada acorde, al vino rosado que se utilizó para maridar con este plato. Los asistentes, también pudimos utilizar este mismo plato, para ejercitar nuestros sentidos y poder comparar las sensaciones percibidas junto al vino blanco dulce, "El novio Perecto", anteriormente servido. Este juego nos permitió comparar este vez, la posibilidad que también cabía de realizar un maridaje de semejanzas, al emplear el dulzor común entre ambos alimentos, y de este mismo modo poder valorar de una manear más personal, aquellos contrastes o similitudes que a cada uno más le pudiese gustar.
El plato principal, elegido para maridar en esta ocasión con este vino, fue un Secreto Ibérico presentado en tiras, con salsa de Miel y Mostaza, acompañado de una guarnición de verduras a la plancha. Esta combinación se ideó con la intención de buscar una maridaje tradicional y a su vez buscar combinar la grasa que podía aportar la carne, con los taninos dulces y pulidos que aportaba el vino, ya que resultó muy curioso descubrir esa capacidad que tienen los taninos presentes en los vinos tintos, de combinarse con la grasa presente en la carne, y de este modo determinar una armonía en el sabor, tan evidente y a la vez tan sorprendente para muchos, ya que muchas veces no somos capaces de reconocer los motivos por los cuales, presenciamos o experimentamos sensaciones de placer cuando combinamos diferentes tipos de alimentos.
De le mismo modo que ya se terminó de practicar con el plato anterior, todos tuvimos la ocasión de poder experimentar las sensaciones que nuestra boca y paladar experimentaba, al combinar también con este plato, las cualidades del vino blanco que se podían conjugar con las verduras, o bien emplear el vino rosado, para darnos cuenta de que para nada desentonaba a la hora de atreverse a acompañar la carne contrastando su acidez con el dulzor de la salsa y el sabor propio presentado por la carne.
Se trata de una ginebra Premium, tipo London Dry de 47,0 % alc./vol., obtenida de cuatro destilaciones, en alambique de cobre.
El producto final, es muy transparente, de sabor suave pese a su grado alcohólico, y algo dulzón, notándose al olfato los cítricos, el enebro y las especias. Es una ginebra muy reciente, puesse comenzó a fabricar en el año 2007. Está fabricada por Old St. Andrews Limited, de Londres. Se presenta en unacuriosa botella de 70 cl., con la forma del diamante Khavaraya, de ligero tono rosado. Ha recibido premios tales como el International Spirits Challenge en el 2007, el Bartenders Challenge del mismo año, el UK Spirits Challenge del 2007 y el Tesco Drink del 2008 entre otros.
Lo primero de todo, debemos elegir una copa muy ancha y con tronco, para poder sujetarla y sobretodo evitar calentarla con nuestra mano durante su disfrute. Seguidamente, llenaremos la copa de hielo hasta arriba del todo, para que las paredes estén bien frías. Elegiremos los botánicos que queramos emplear para potenciar el sabor de los mismos que fueron empleados para la elaboración de la ginebra, aunque este detalle no es obligatorio, si tenemos pensado hacerlo, deberemos previamente informarnos y deberemos conocer los detalles básicos de la ginebra que vaya a ser utilizada, ya que se deberá imperativamente buscar un equilibrio de aromas. Después, utilizaremos únicamente la corteza de algún cítrico que queramos emplear, sea limón, lima, naranja, pomelo...etc, para perfumar la copa, mucha atención de no emplear la pulpa del mismo ya que ese defecto nos suprimirá el codiciado y refrescante carbónico que nos aportará la tónica.
Finalmente, se vaciará de la copa con mucho cuidado, en el caso de que se haya producido por el calor, el agua que se haya generado por el hielo antes de verter la ginebra. Nunca se deberá emplear más, de una cuarta parte de ginebra. Y por último, con mucha delicadeza se añadirá lentamente la tónica, evitando que se genere espuma para no perder su carbónico, para ello se podrá utilizar una cuchar de servir, en su defecto de no disponer de una cuchara de cóctel.
El postre que se ingenió después de varios
días de "laboratorio", fue un surtido ideado para jugar a combinar diversas sensaciones tanto por contrastes como por semejanzas con las propias características del cóctel elaborado. El plato fue compuesto por una porción flan de regaliz con peta-zeta, un trozo de Tiramisú al Dulce de Bobal, un poco de Kiwi y unas gominolas con pica-pica.Con esto se puso punto y final a casi 3 horas de cena, en la que los asistentes aprendieron nociones básicas de cata, a perder el miedo y atreverse a combinar vinos y platos de una manera menos tradicional y sobre todo, todos pudimos experimentar las sensaciones que desde cocina se nos quiso transmitir, tanto por los vinos seleccionados como con su combinación con los diversos platos elaborados para esta ocasión.Dada la respuesta del público asistente y las ganas por que tengo de transmitir mis conocimientos, deseo poder contaros muy pronto, la celebración de un próximo evento de estas características.