Mariloladas

Por Siempreenmedio @Siempreblog

No sé si es así o si es un papel elegido o, incluso, impuesto. No sé si, como Toni Cantó, le ha cogido el gusto a meter la pata en redes sociales, pero se ha convertido en una máquina de hacer trending topics (los titulares de este siglo) de chufla, ridículos, sonrojantes o vergonzosos. Mariló Montero habla y Twitter se revoluciona. Y acto seguido, los medios lo recogen todo. Es carne de chascarrillo con una turba de gente esperando leer un hashtag que le anuncié su última chorrada, un montón de ávidos dedos deseosos de hacer un retweet o escribir el chiste más ingenioso sobre la ‘marilolada’

A propósito de todo esto, creo yo, más que por haber escrito un libro, hace algunas semanas le hicieron una entrevista. Mala, la verdad. Muy mala. Con preguntas bastante bobas y respuestas igual de insulsas. Diría que Mariló y el periodista ese día no estaban por la labor de hacer su trabajo -preguntas inteligentes y respuestas interesantes- sino que más bien les apetecía vacilarse el uno al otro.

Pasé por alto el titular principal de la entrevista -caca de la vaca- sacado de una pregunta metida con calzador que no tiene ni siquiera relación con la anterior. También pasé por alto la pregunta sobre si quiere volver o no con su ex Carlos Herrera (aclaro que hablamos del Diario Montañés, no de la SuperPop o el Quémedices).

Lo que no pude pasar por alto fue el baboserío de la última pregunta:

¿A un bellezón como usted le preocupa cumplir 50?

Joder. Pensé. Ya sé que es Mariló, pero ¿era necesario acabar la entrevista como si estuviésemos en el Meetic? ¿por qué esta es una pregunta recurrente en entrevistas a mujeres?

Sin embargo, ¿qué creen que respondió Mariló?

No. Ahora con los 49 que tengo entro en la farmacia gritando: ¡Unos támpax que todavía soy mujer! Estoy en edad de presumir y ‘pa’comerme.

Joder. Volví a pensar. Es ofensivo para las mujeres, asqueroso y de muy mal gusto.

PD. La culpa la tengo yo por leer mierdas.