Marina Abramovic

Por Mayriel

Mi mente sigue en estado off… apagada o fuera de cobertura…. No sé si será el calor o que ya necesita unas vacaciones pero de verdad que soy incapaz de crear nada…. Asi que tengo que pasar al plan b y buscar en la red cosas interesantes que compartir .

No se si recuerdas lo que escribí hace tiempo sobre el doctor Zimbardo…. hace casi tres años y del experimento Milgram…. y el Tuskegee….hace tanto tiempo…..

Muchas veces he hablado sin cansarme de esa maldad humana que destruye el Planeta, que extingue animales y mata personas… Ese destrucción1tipo de maldad que termina con la destrucción de uno mismo, esa maldad que lleva a hacer cosas inconfesables… ese tipo de maldad que debería erradicarse de la faz de la Tierra.

Se ha debatido muchas veces qué tipo de experiencias llevan al Hombre a ser malo de verdad, qué causas llevan a una persona a maltratar, a matar, a destruir, sin sentir ningun tipo de remordimiento, sin ninguna clase de sentimientos. El debate de si la maldad nace o se hace… es continuo…. Nadie lo sabe realmente….¿o si?….

No voy a repetir esos post… seria una tonteria pero si voy ha hablar de algo que , aunque en menor escala sigue esa linea maliciosa.

Marina Abramovic es una artista perfomance que decidió experimentar en su propio cuerpo la maldad humana….investiga y explora los límites de lo psíquico y mental. En sus performance se ha lacerado a sí misma, se ha flagelado, ha congelado su cuerpo en bloques de hielo, tomando drogas para controlar sus músculos, con las cuales ha quedado muchas veces inconsciente, y hasta en una ocasión casi morir de asfixia recostada dentro de una cortina de oxígeno y llamas.

Para probar los límites de la relación entre el artista y el público, Abramović desarrolló una de sus performances más exigentes . En ella adoptaba un rol pasivo, mientras el público la forzaba a realizar la actuación.

Colocó sobre una mesa 72 objetos que la gente le permitiera usar en la forma que ellos eligieran. Algunos de estos objetos podían usarse de manera placentera, mientras que otros podían infligir dolor o incluso dañarla. Entre ellos había tijeras, un cuchillo, un látigo, una pistola y una bala. Durante seis horas la artista permitió a los miembros de la audiencia manipular su cuerpo y sus acciones.

Los espectadores tenían la instrucción de usar los objetos del modo que ellos quisieran. Al principio, los espectadores fueron pacíficos y tímidos, pero gradualmente comenzaron a ser más violentos.

Dijo:

La experiencia que aprendí fue que… si se deja la decisión al publico, te pueden matar… Me sentí realmente violada: me cortaron la ropa, me clavaron espinas de rosas en el estómago, una persona me apuntó con el arma en la cabeza y otra se la quitó. Se creó una atmósfera agresiva. Después de exactamente 6 horas, como estaba planeado, me puse de pie y empecé a caminar hacia el público. Todo el mundo salió corriendo, escapando de una confrontación real.

Nacida en Belgrado en 1946, hija de guerrilleros yugoslavos, sus primeras performances fueron una forma de rebelarse contra su estricta educación y la cultura represiva del gobierno de posguerra.

En 1975 Abramovic conoceió a Ulay, un artista con quien tenia en común preocupaciones artísticas. Durante veinte años vivieron y actuaron juntos, realizando performances y viajando por todo el mundo.

Sus performances exploran los parámetros del poder y la dependencia dentro de la relación triangular entre ambos y los espectadores.
En 1977 realizaron una performance titulada Breathing in/Breathing Out, en la que unieron sus bocas con fuerza y pegaron micrófonos a sus gargantas, respirando el oxígeno de los pulmones del otro, al límite con la asfixia- sólo intercambiaban dióxido de carbono.

En otra, Rest Energy , sostenían un arco tirante cargado con una flecha y apuntando al corazón de Abramovic, con sólo la fuerza de sus cuerpos manteniendo la tensión. Micrófonos grabaron la rápida aceleración del pulso de ambos.

Entre 1981 y 1987 Abramovic y Ulay hicieron una serie de performances acerca del mundo titulada “Nightsea Crossing”, en la cual se instalaron como tableaux vivants en museos. En el último trabajo en conjunto, “The Great Wall Walk” , caminaron 2.000 km a lo largo de la Gran Muralla China, comenzando cada uno en los extremos opuestos, encontrándose en el medio.

Abramovic se ha descrito a si misma como la “Abuela del Arte de la Performance”. De aquella generación de artistas de los 70 quienes eligieron la performance como modo de expresión, Amabramovic es quizás la más activa actualmente. En 1997 mostró una video instalación y preformance, Balkan Baroque, en la Bienal de Venecia, y recibió el premio León de Oro a la mejor artista.

No sé pero a mi me ha parecido interesante, no se a ti