El color de las pulgas parte de la elección individual del modo de vida
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Por: Alberto Berenguer Twitter: @tukoberenguer
El Invencionismo ya es la nueva actitud
Nos gustaría hacer un flashback para comenzar la entrevista. ¿Desde cuándo comenzó a interesarse por la lectura y la escritura?
Por la lectura desde siempre, con intervalos de desierto completo en la adolescencia. Ahora quizás sea cuando menos leo. A la escritura llego cuando veo que unos textos que tenían otra labor, funcionaban por sí solos. Mi formación es artística, de Bellas Artes, y actualmente sigo trabajando con varias galerías en proyectos y series. Hubo un momento en que una instalación escultórica necesitaba unos microrrelatos. Iban estampados sobre planchas de zinc. Después entendí que determinados proyectos podían desarrollarse en un formato distinto al artístico. Que cada historia pedía su soporte concreto. Los proyectos empezaron a irse solos cada uno a su lado. Historias para ser contadas con cuadros, esculturas, fotografías o vídeo, e historias destinadas al papel
¿Recuerda cuál fue el primer libro que leyó o que le marcó en su infancia?
No recuerdo el primero. Sí el que leí varias veces; Las aventuras de Tom Sawyer. Era una edición muy cuidada, con ilustraciones fabulosas.
Regresando al momento actual. ¿Cuál fue el detonante por el que decidió que El color de las pulgas sería la historia idónea para comenzar su faceta literaria?
Anteriormente había tenido ya muchas otras incursiones; con relatos, microrrelatos, poemarios y novela corta. Toda esa obra terminó editada en antologías o ediciones resultantes de premios. Con Editorial Cacúa edito Mis lástimas preferidas, un libro híbrido, con una mezcla de géneros intencionada. Pero es cuando tengo delante la historia El color de las pulgas, cuando entiendo que necesita un espacio propio. Trabajo la historia como novela en poco tiempo, pues el detonante es un proyecto pictórico que ya estaba en el estudio; Serie Invencionista. Y la novela se beneficia de toda la fase de documentación que había usado para la serie pictórica. Los dos proyectos parten de la necesidad de trabajar un concepto; la elección individual del modo de vida.
¿Qué ha significado para usted la publicación de esta novela?
La posibilidad de ver desarrollado un proyecto en toda su dimensión. Hojas suficientes para contar lo que pretendía, armazón necesario y distribución y promoción adecuadas para que el espectador la disfrute.
¿Esperaba ser respaldado desde un primer momento por una editorial como Ediciones del Viento? ¿Cuál es su trato con ella? ¿La recomendaría a otros autores noveles?
Recomendarla, por supuesto. No ha habido en ningún momento ningún pero, ninguna traba ni ningún corsé. Todo han sido facilidades. El trato es extraordinario. Y claro que uno espera siempre que su trabajo sea reconocido por los mejores y Ediciones del Viento es cream.
¿Qué diría a ese lector que pueda mirar su obra con escepticismo ante la etiqueta de “escritor novel”?
Pues que recordara la mediocridad de muchos textos en autores con trayectorias consagradas. El buen libro, la buena historia no tiene que ver con la experiencia ni con los recorridos. Lo más normal incluso, es que un buen artista produzca una sola pieza buena, un solo buen disco o una sola buena novela en su vida. Repetir el acierto es complicado. Es necesario ir al arte sin prejuicios.
Y, ¿nunca se planteó la autoedición?
No me interesa mucho aquello que no controlo. Vendrían aparejadas labores de promoción o venta que se me escapan.
El color de las pulgas es una novela transgresora, inquieta y curiosa. ¿Qué fue lo primero que surgió en la historia: la trama, el título, los personajes, el final…?
Los personajes. Y afinando más, su actitud vital.
Trata sobre un pequeño grupo de amigos que viven una vida sin futuro, refugiados en la cerveza, los porros, la amistad y el sentido del humor. ¿A qué tipo de lectores le gustaría llegar?
No puedo elegir a mis lectores, como no puedo controlar quien entra en una galería a ver mis cuadros. Un variado estaría muy bien.
¿Nos podría hablar sobre los perfiles de ese grupo de amigos?
Fundamentalmente son gente muy mineral, anclados al territorio, al barrio, que eligen no evolucionar, no crecer, no trabajar. Porros mañaneros al sol, cerveza, conversaciones sobre concursos de TV, arraigo, poca capacidad para programar un futuro, fidelidad, pocos valores. Una actitud estoica, de resistencia.
¿Le motiva escribir sobre la cotidianeidad y las historias reales de la calle?
Me fascinan los territorios cercanos al filo. Si son más o menos cotidianos o reales, no tiene mayor importancia.
El autor muy bien acompañado en la presentación de su novela
En cuanto a la promoción, su primera novela El color de las pulgas está siendo citada por muchos blogs literarios. ¿Le ha servido esa promoción tanto como esperaba?
Sí, y mucho. Y lo tengo en cuenta. Siempre es muy de agradecer el interés de colectivos relacionados con la literatura.
El viernes 16 de octubre presentará la novela en su tierra, Huelva. ¿Qué espera de este acto? ¿Tiene en mente o confirmados nuevos eventos literarios?
Principalmente que venga público y podamos contar y debatir, reírnos, criticar, extrañarnos, abrazarnos. Y después cerrar con cerveza. Lo más próximo y cercano es su presentación en el Salón Iberoamericano del Libro de Huelva, el último fin de semana de noviembre. Después vienen más presentaciones y entrevistas.
Por último, ¿qué libro recomendaría a los seguidores del blog?
Para mí una joya; Lamentaciones de un prepucio, de Shalom Auslander. Os dejo el enlace a mi blog. Aunque Serie Invencionista no está cerrada, ahí podréis ver varias piezas que la conforman: http://mariomaringonzalez.blogspot.com.es/