Mario Marmo, por Silvia Nieves

Publicado el 08 junio 2018 por Calabazon

Nació en la Patagonia, en la ciudad de Comodoro Rivadavia (provincia de Chubut) y es hijo de Gerardo José Luis y Estela María, ambos de nacionalidad italiana.
Su hermano Miguel le enseñó las primeras notas musicales. Comenzó sus estudios de piano en su ciudad natal y los continuó en Buenos Aires, en el Instituto Santa Catalina, donde cursó también seis años de violín, además tomó clases con Julio De Caro.
Su debut profesional fue el 24 de mayo de 1955, en la embajada artística del Club Atlético Independiente, a cuya orquesta se integró como violinista, pero ocurrió un hecho inesperado, sobrevino la ausencia del pianista efectivo, entonces, el director —Tito Reyna— lo incorporó como pianista y, a partir de ese instante, eligió ese instrumento para siempre.
Formó parte del cuarteto típico Los Cuatro Ases, dirigido por Rafael Roca, que contaba con la voz de Alberto Fontán —Toto—. Con dicha agrupación trabajó en los actos vivos de muchísimos cines. También, en Radio Mitre, Radio Belgrano y Radio El Mundo. Siempre con esta formación, desde 1958 a 1960, trabajó en la confitería El Olmo, de Plaza Once, compartiendo el escenario con Héctor Mauré, Julio Sosa, Alberto Morán, y otras figuras estelares.
Por un breve pero para él hermoso tiempo, remplazó a Lalo Benítez en el piano de la orquesta de Alfredo Gobbi, en una gira por la provincia de Córdoba. También estuvo una temporada en la orquesta de Juan Sánchez Gorio.
Ya en el año 1960, no obstante estar incorporado en el servicio militar, siguió trabajando en el Tango Bar del barrio de Flores y en el Café Marconi de Plaza Once.
En 1961, emprendió una gira de noventa días junto a Guillermo Rico, por todo el sur de la República Argentina, y se quedó dos años en su ciudad natal, trabajando en los locales tangueros más importantes.
A partir de 1964 a 1966, armó una nueva agrupación musical: Las Estrellas del Ritmo, que tocaba además de tangos, música tropical. El conjunto actuó en los carnavales de Esquel, San Antonio Oeste, Trelew y Puerto Madryn. También, se presentaba en el cabaret de Caleta Olivia junto al Maestro Ravallo, hermano de la cantante Estela Raval.
Más tarde, en Buenos Aires, acompañó al gran coreógrafo y bailarín Santiago Ayala —El Chúcaro— y a su compañera Norma Viola.
Trabajó en distintos locales tangueros compartiendo la cartelera con Alberto Marino y Edmundo Rivero. Con su conjunto participó en el film, Un italiano en Argentina, con Vittorio Gassman, Silvana Pampanini y la actriz argentina Nelly Panniza.
Luego, decidió interrumpir su carrera por un lapso de diez años, en el cual nacieron sus hijos, Mario Luis y Mónica Estela.
En 1976, Enrique Miranda (bandoneonista), que también integró la Embajada Artística de Independiente junto a Jorge de Luca (violinista), formó su propio conjunto y, fue en su búsqueda para cubrir el piano, lo convenció y volvió a los escenarios. En ese mismo año, Carlos Marani dueño de las salas de ensayo Estudio Paraná lo incorporó como maestro de repertorio.
Más adelante, formó el Trío Marmo y el quinteto Buenos Aires Cinco, iniciando su labor como arreglador. Con dichos conjuntos y, en particular, por su interpretación y sus arreglos, demostró las dotes bien milongueras que adornan su estilo.
Fue y sigue siendo el músico ideal de los muchos cantores que acompañó y que acompaña. Como arreglador, dibuja sus ideas dentro del concepto decareano y es un gran admirador de Aníbal Troilo y Alfredo Gobbi.
Acompañó a Jorge Sobral en el Teatro Presidente Alvear, compartiendo el escenario con Rafael Nicolau y Alberto Garralda.
Otra de sus facetas, es la difícil tarea de hacer arreglos especiales para dúos, tríos, cuartetos —por supuesto también para más voces—, porque logra colocar cada timbre como un divertimento instrumental, con el predominio de la primera voz.
Desde el 14 de diciembre de 1988, está casado con la cancionista Silvia Nieves, quien escribe esta semblanza y con la cual tuvo otra hija, Natalia Lorena.
Marmo es un músico vigente, con luz propia y en constante búsqueda. En la actualidad (2013), desarrolla una importante tarea docente y cuenta con un amplio alumnado, producto de su capacidad didáctica, su honestidad hacia su forma de sentir el tango y su dedicación personalizada. Pero, por sobre todas las cosas, es un hombre de bien, muy dedicado a su familia, un incansable trabajador y alguien muy querido en el ambiente.