HIMNO
Todavía quedan días en los que me digo:hay un lugar que puedo hacer mío,un café, por ejemplo, que puedo reclamarcomo propio, luego de tantos excesos
a un terreno baldío en las afueras.Pero eso solo quiere decir que hay objetosque me encuentran familiar, inanimado.Mi anhelo es retórico: no espero afecto
de las cosas. Por eso mismo admirodos incomodidades: las sillas de maderay las letras. En cambio, los poderes y la lujosacirculación del guiso me dejan indiferente.
No en la explicación sino en la soledaddeseo usar estas palabras: yo no soy de acá.
Mario Montalbetti. Lejos de mí decirles. Ediciones Liliputienses, 2014.