Poca suerte ha tenido esta bendita tierra a la hora de parir no solo artistas, sino a aquellos que, además de llevar por la sangre grandes dosis de ingenio y talento, sienten la necesidad de experimentar el cosquilleo que representa trabajar en pos de la promoción del resto de colegas con los que comparten algo más que una afición.
De vez en cuando, sin comerlo ni beberlo, se suceden vientos frescos inesperados que arriban para oxigenar un aire que se hace realmente irrespirable.Mario Quintana, joven escritor extremeño, sin ningún tipo de ayuda económica y con la única subvención de su esfuerzo y contagiosas ganas, se sacó hace pocos meses de la chistera una editorial con un nombre sensacional, LeTour87, que previamente había aparecido en forma de revista literaria.No contento con editar libros con títulos que llaman algo más que la atención como “Aquí se viene muy bien follado”, de Celia Blanco, o el delicioso “Los Hijos de Ulises”, de mi amigo el poeta Ángel Manuel Gómez Espada, se atreve nada menos que con la música, ya que Mario es de los que opina que ésta no es más que una excusa para adornar con melodías y bellos sonidos la poesía que encierra en sí misma.
Le conocí precisamente en la presentación en Badajoz del libro de Ángel Manuel Gómez Espada, escritor y poeta, amén de melómano reconocido, en la Librería Tusitala de Badajoz. Mario Quintana, además de analizar y debatir sobre la obra de Espada, y declamar algunos de sus versos, se atrevió a colgarse la guitarra eléctrica para acompañar con música los versos del escritor.
Aquello desde luego debió de gustarle y transmitirle sensaciones que desgraciadamente no están al alcance de todos, y en poco tiempo nos presenta una antología poética nada menos que sobre Bob Dylan.El propio Quintana reconoce sentir fascinación por la figura de Zimmerman, y desde luego, ningún músico o melómano se atrevería a poner en duda que el cantante de “Like a rolling Stone” es una de las figuras más prolíficas e influyentes de toda la historia. Pero sí es cierto que se encuentra entre esa reducida lista de genios que para la gran mayoría no pasan desapercibidos, llegando a un punto indivisible que obtiene como resultado amor u odio incondicional.
A este valiente editor se le ha ocurrido animar a una serie de poetas para que le dediquen una antología a la figura del músico, a su obra, a todo lo que significa. En resumen, dar vida a la figura de Dylan a través de la poesía.
Pero no contento con esta gran idea se le ocurre ponerse a ensayar para realizar una gira de presentación por toda la región extremeña en la que, además de contar con la colaboración de algunos de los poetas que le dedican sus versos, se cuelga de nuevo la guitarra junto a la cantante M. José Molina y algunos músicos amigos para recitar, a la vez que versionar, las míticas canciones del viejo Bob.
Reconocerán que no estamos hablando de un editor convencional, sino de un artista que vive por y para la cultura, e incluso cual generoso amigo derrocha cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero para obsequiarnos siempre de manera diferente y original.
Lo más grande de todo es que Dylan solo será el principio, ya que Hey Bob! se engloba dentro de una colección llamada Tête de la course (Que maravillosa regresión continua a aquellos veranos con Perico Delgado e Indurain) que irá ligada a grandes mitos del arte y la música en particular.
Cabe adelantar que los próximos números serán dedicados a nada menos que artistas como Amy Winehouse o John Lennon, y como los amigos de esta revista conocen mi debilidad por el más grande de los cuatro de Liverpool, quiero adelantar que gracias a Mario Quintana trataré de convertirme por primera vez en poeta para tratar de expresar mi amor al autor de la más grande y dulce canción de la historia de la música. Sí, naturalmente me refiero a “Strawberry Fields Forever”.
Les confieso que cuando supe de Mario Quintana, y fui consciente de su impagable esfuerzo y ganas contagiosas por propagar la cultura, le dediqué un adjetivo que suelo utilizar con muy poca frecuencia, pues no son muchos los llamados a merecérselo:Eres un puto héroe- Le dije admirado. Ulises era un héroe- Contestó él… Nosotros somos insensatos.
Amigos melómanos, quédense con este nombre, Mario Quintana: Escritor, poeta, editor… y aprendiz de músico e insensato… que como le ponga las ganas que le pone a todo, igual dentro de algunos números de LaCarne Magazine dedicamos la portada a su primer disco en solitario.
La gira de presentación comenzó el pasado 25 de Junio en Mérida en el Metabar. Continúa en Badajoz en Dulce Locura el 9 de Julio, y en Cáceres los días 18 y 26 del mismo mes en Psicopompo y Los 7 Jardines. Ya mantendremos informados a nuestros lectores de nuevas fechas a través de nuestra web.Una suerte para la cultura extremeña, y en la parte que nos toca, música extremeña, que Mario Quintana no se marche de nuestra región en busca de mejores ayudas para sus ideas, que seguramente serían mejor recibidas en otros paraderos.
Pero tenemos suerte, ya que el propio Mario insiste en que este es un proyecto: Por y para Extremadura. Que así sea… y que ustedes lo apoyen y lo disfruten.