El último autor hispanohablante que lo recibió fue el mexicano Octavio Paz, en 1990. En la nómina de aspirantes para este año de habla hispana se situaban, además de Mario Vargas Llosa, el argentino Juan Gelman, el mexicano Carlos Fuentes, los españoles Javier Marías y Juan Marsé y el paraguayo Néstor Amarilla, entre otros.
La Academia insiste siempre en que sólo premia a autores y no a literarutas ni países, aunque sus elecciones parecen llevarse a veces más por cuestiones políticas o por el criterio de rotación geográfica que por la calidad literaria.
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, escritor y académico de origen peruano y nacionalizado español en 1993, es uno de los innovadores de la novela realista. También ha cultivado el periodismo y la crítica de cine y arte, con un trabajo distinguido con los máximos premios hispanos: Príncipe de Asturias de las Letras (1986, compartido con Rafael Lapesa), Planeta (1993 por Lituma en los Andes) y Cervantes (1994). Nació el 28 de marzo de 1936 en Arequipa (Perú).
El escritor se ha visto envuelto en polémicas, como la suscitada al romperse su amistad con otro "peso pesado" de la literatura, Gabriel García Márquez, a quien, supuestamente, propinó en 1976 un puñetazo en un cine de México, por motivos que ambos no han querido desvelar. Ante el silencio de los dos escritores sobre el incidente - Vargas Llosa ha llegado a mencionar la expresión "pacto tácito" para evitar pronunciarse al respecto.
En 1993 le fue concedida la nacionalidad española, aunque mantiene también la peruana en virtud del convenio bilateral de doble nacionalidad de 1959. Miembro de la Academia Española de La Lengua, ha sido el primer latinoamericano con asiento en la centenaria institución tras ser elegido en 1994 e ingresar con un discurso sobre Azorín en 1996.
Otra de sus aspiraciones ha sido la interpretación. La primera vez que actuó fue en 2005 para mostrar su novela La verdad de las mentiras. Poco después, compartió el escenario con Aitana Sánchez-Gijón para encarnar en Mérida al Ulises de la obra "Odiseo y Penélope" (2006), dirigida por Joan Ollé y que el literato adaptó del poema homérico, y para representar en los jardines de Sabatini de Madrid una versión suya de "Las mil y una noches" (2008), con diseño escenográfico del pintor Eduardo Arroyo y de nuevo con Ollé.
Los favoritos
Uno de los nombres favoritos para este garlardón era Cormac McCarthy, mientras que el poeta sueco Tomas Tranströmer había escalado de la quinta a la segunda posición en las últimas horas. El sueco protagonizó un ascenso vertiginoso en las listas de apuestas de la casa británica Ladbrokes, que encabezaba el autor de Meridiano de sangre y La carretera. Se había descolgado a última hora de la competición el japonés Haruki Murakami, que bajó de la segunda a la quinta posición. El keniano Ngugi wa Thiong'o perdió fuelle y bajó al tercer puesto. El primer autor hispanohablante era el peruano Vargas Llosa, que estaba en el puesto dieciocho.
Las quinielas previas al Nobel de Literatura son una tradición pero no suelen acertar casi nunca. La Academia sueca cuenta con una solvente costumbre de refutar todos los pronósticos premiando a autores casi desconocidos para el gran público como Herta Müller o Elfriede Jelinek o rescatando a otros prácticamente olvidados, como Doris Lessing y veteranos ilustres como Harold Pinter.
La prensa sueca auguraba que el ganador podría ser un poeta. La crítica literaria Maria Schottennius, que apostó por el Nobel para Herta Müller el año pasado y para Le Clezio en 2008, vaticinó que el premio se lo iba a llevar un poeta o un periodista. "En realidad son todo conjeturas, porque no tengo un conocimiento privilegiado [de las deliberaciones], pero pertenezco a la misma generación que los miembros de la Academia y sé cómo razonan", señaló Schottennius al rotativo noruego Dagbladet. "En esta edición, sin embargo, no sé si tengo tan buenas apuestas". Mencionaba a los poetas Ko Un, surcoreano, y Adonis, sirio, como candidatos destacados.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización