Continuando con el seguimiento de nuestras principales especies de mariposas, toca el turno hoy de las grandes amarillas, la cleopatra y la limonera, cuyos resultados en 2022 arrojan datos interesantes. Como dato curioso en ambas registré el mismo número de ejemplares, un total de 116 para cada especie (0,82 ejs./km), aunque repartidos de distinta manera.
Comienzo con la cleopatra Gonepteryx cleopatra, cuya gráfica de 2022 es claramente bimodal y fácil de interpretar.
Aunque en el mes de enero se ven volar las primeras, es en febrero cuando se activan, y además de golpe, ya que se alcanza el primer máximo anual. Este pico tan temprano se viene sucediendo los últimos años. A partir de aquí van desapareciendo, debido a la lógica y paulatina pérdida de ejemplares, hasta quedar pocas en junio. Es de destacar que en esta primera parte del año casi todas se detectan en un único transecto, que es abundante en su planta nutricia, el aladierno Rhamnus alaternus.
Se alcanza el segundo pico anual, muy notable, en julio, con la aparición de la primera y única generación anual. En esta época del año la cleopatra se dispersa más, ya que su principal función es alimentarse y acumular toda la energía posible de cara a la hibernación, en la que entra de forma paulatina entre septiembre y octubre, con la entrada del otoño.
Por su parte, la gráfica de la mariposa limonera Gonepteryx rhamni es similar, aunque con algunas peculiaridades. Para empezar, parece despertar del letargo invernal un poco más tarde, ya que el primer máximo se alcanza en marzo.
Por otro lado, se aprecia un pequeño repunte en primavera, en el mes de mayo, que seguramente indica una llegada de mariposas de otras zonas. La limonera presenta cierta capacidad de dispersión, aunque no llega a ser migratoria, en busca de sus plantas nutricias, que aquí son sobre todo el aladierno y el arraclán Frangula alnus. Esto es algo de lo que parece carecer la cleopatra, de distribución más limitada.
La emergencia de la única generación anual ocurre en julio, como en el caso de la cleopatra, y a partir de aquí el ciclo fenológico es muy similar, con la posterior dispersión de las mariposas y entrada en hibernación a comienzos del otoño.