En tiempos de reclamos femeninos, de la lucha por Ni Una Menos que se expande y retumba, de la toma de conciencia sobre la violencia de género, parace posible recordar, aún como en otra dimensión, la pela de una porteña, aún de alcurnia, por su derecho al amor y tanto más.
Mariquita llora amor
María Sánchez de Mendeville (1786-1868)Fuente: Cartas de Mariquita Sánchez. Biografía de una época; compilación, prólogo y notas de Clara Vilaseca, Buenos Aires, Peuser, 1952.Carta al virrey Sobremonte / 1804
Excelentísimo Señor:
Ya llegado el caso de haber apurado todos los medios de dulzura que el amor y la moderación me han sugerido por espacio de tres largos años para que mi madre, cuando no su aprobación, cuanto menos su consentimiento me concediese para la realización de mis honestos como justos deseos; pero todos han sido infructuosos pues cada día está más inflexible.
Así, me es preciso defender mis derechos: o Vuestra Excelencia mándeme llamar a su presencia, pero sin ser acompañada de la de mi madre, para dar mi última resolución, o siendo ésta la de casarme con mi primo, porque mi amor, mi salvación y mi reputación así lo desean y exigen, me mandará V. E. depositar por un sujeto de carácter para que quede en más libertad y mi primo pueda dar todos los pasos competentes para el efecto. Nuestra causa es demasiado justa, según comprendo, para que Vuestra Excelencia nos dispense justicia, protección y favor.
No se atenderá a cuanto pueda yo decir en el acto del depósito, pues las lágrimas de madre quizás me hagan decir no sólo que no quiero salir, pero que ni quiero casarme. Así, se me sacará a depósito aún cuando llegue a decir uno y otro.
Por último, prevengo a V. E. que a ningún papel mío que no vaya por manos de mi primo dé V. E. asenso ni crédito, porque quién sabe lo que me pueden hacer que haga.
Por ser ésta mi voluntad, la firmo en Buenos Aires, 10 de julio de 1804.
María de los Santos Sánchez.