Diego Arce
En las últimas entradas de este blog he tratado las nuevas formas que internet y las nuevas tecnologías ofrecen de cara a la comunicación y la publicidad. Hoy he elegido una tendencia que aunque parezca nueva está más que asentada en muchas empresas y organizaciones, el marketing de contenidos.
La web 2.0 ha significado un cambio de paradigma a todos los niveles. Ahora los clientes deben ser el centro de toda estrategia empresarial. Bajo esta premisa surge el marketing de contenidos, una técnica de marketing que consiste en crear y distribuir contenido relevante y valioso para nuestro público. Ya no se trata de decir a tus clientes que te compren sino de atracción y fidelización, que nuestros clientes se enamoren de nosotros.
Los beneficios del marketing de contenidos
Generando contenidos de gran valor conseguiremos reputación, visibilidad y un fuerte posicionamiento en nuestro sector. Para nuestra competencia seremos un modelo y referente, y para nuestros clientes quienes les aportan soluciones y utilidad. De la misma forma construiremos una fuerte marca y una manera de hacer las cosas propia de la que pronto se impregnará toda la empresa.
Y hay más, el marketing de contenidos ayuda al SEO, te ayudará a alcanzar visibilidad en los medios, tu público lo compartirá, conseguirás viralidad y generarás leads.
Cómo hacer marketing de contenidos
Empezar a hacer marketing de contenidos requiere un análisis y una planificación previos. Al principio he señalado que todo gira en torno al cliente, y es en él en quien debemos pensar antes de empezar, o lo que es lo mismo, “quién es mi audiencia” y “qué le podemos ofrecer”. Una vez definido esto debemos pensar en el mensaje o contenido que vamos a crear, los medios que tenemos y la estrategia que vamos a seguir.
Las formas que tenemos de materializarlo son múltiples: newsletters, artículos en un blog (cuidado porque el propio hecho de abrir un blog no se puede considerar marketing de contenidos), ebooks, vídeos, infografías, tutoriales, seminarios, revistas,…
No tenemos que olvidar la promoción, cuanta más difusión, más notoriedad, más impacto, y como no, a la larga más beneficios. Utiliza tu página web, las redes sociales, los medios convencionales y todo lo que se te ocurra.
La creatividad juega siempre a tu favor, piensa qué puedes ofrecer que nadie más pueda. Aprovéchate de lo que ya tienes o piensa si necesitas más. En internet encontrarás numerosas plataformas y formatos para enganchar a tu público. No tengas miedo y comparte tu sabiduría.
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