1 Objetivo: a mi manera
Empecé mi propio negocio por una sencilla razón: hacer las cosas a mi manera, bajo mi propia visión y para crear algo entorno a esa idea.
Míralo desde este lado: tu negocio es tu oportunidad para diferenciar tu marca.
Vale, todos salimos a ganarnos la vida cada día, pero…¿Qué te apasiona de tu empresa? ¿Qué razón te motiva para trabajar cada día? ¿Qué quieres conseguir personalmente de tu negocio?
La idea de partida es muy sencilla: solucionar problemas. Resolver problemas a cuanta más gente mejor y estando esta gente dispuesta a pagar por tu servicio o producto, claro. Y esto dentro de un sector de mercado (¡dios, cómo odio lo de ‘nicho’!) que no esté explotado.
De ahí la necesidad de definir bien tu negocio para que pueda crecer.
Luego ya si eso nos podemos plantear otras cuestiones. ¿Cómo beneficiará mi negocio/servicio a mis clientes? ¿Cómo les ayudará en su vida? ¿Cómo les ayudará a sentirse mejor? Y yendo un poco más allá, ¿cómo hará del mundo un sitio mejor?
2 –Posicionamiento
El posicionamiento tiene que ver con la razón por la que tus clientes te elegirán a ti por encima de tu competencia.
Los clientes son inteligentes. Ya no creen todo lo que leen o se les dice de un producto o servicio. Las personas hablan unas con otras sobre lo que les gusta y lo que no, lo que les convence y lo que les disgusta. Los clientes están cansados de cosas como “la mejor calidad al mejor precio”, “damos al cliente el mejor servicio”, “somos los mejores, somos únicos”…
Ha llegado la hora de ser específicos acerca de ti y tu negocio. Como dueño de una pequeña empresa debes destacar por lo que vas a vender, por a quién vas a vender y por cómo proporcionarás tu producto, servicio o información. Definirte así te ayudará a construirte una reputación. Moldeará lo que la gente dice sobre ti, sobre tu marca.
Muchas empresas intentan “hacer un poco de todo” para todo tipo de gente con la esperanza de conseguir algún cliente. Tú tienes que diferenciarte.
Al concentrarte en los clientes a los que quieres dar servicio, concentras tu energía en lo que realmente hay que hacer.
Incluso si tu negocio es algo completamente nuevo en el mercado necesitas concentrarte en crear una reputación que te haga conocido por lo que haces y después crear una marca que refleje eso mismo.
3 –Valor de marca
Tú eres el principal valor de tu marca. Los clientes quieren confiar en ti, en tu marca. Quieren alguien que les guíe a tomar la decisión que más les favorece.
Si la Red es el primer contacto y la primera impresión que van a obtener de ti, las personas estarán esperando que les demos autenticidad y transparencia.
Las redes sociales han dado el poder al consumidor de hablar de tu marca, quieras tú o no.
En un mundo sobre-comunicado, con una proliferación de productos brutal, aquella marca que quiera ser ‘todo para todos’ solo terminará siendo ‘todo para nadie’, ya que los consumidores solo recuerdan aquellos mensajes sobre-simplificados.
El valor que tú quieres comunicar –confianza, seriedad, innovación, rapidez, lujo… será lo que dé identidad a tu marca.
Tu auténtico valor de marca se puede medir por tu capacidad para crear un producto o servicio que solucione un problema y conecte con personas.
4 –Tu propuesta
Simplificando, me refiero a esa frase que aparece en tus tarjetas de visita, en tu web, en tus camisetas.
Esa frase encierra una propuesta sobre lo que hace tu empresa. Esa frase dice de lo que va tu negocio. Esa frase debe condensar lo que haces y conseguir que la gente pregunte cómo y por qué. Esa frase tiene que agarrar por el cuello al cliente al que quieres atraer.
Piensa en tu eslogan como una gran oportunidad para comunicarte con tus clientes, para hacerles sonreír, pensar o dejarles ver tus valores. ¿Qué impacto esperas crear? ¿Cómo te ayuda a extender tu idea de negocio?
5 –Identidad Visual
Una vez solucionadas las cuestiones existenciales de tu identidad como marca, ya puedes empezar a solucionar tu identidad visual: logo, web, colores, tarjetas…
Ahora bien, no intentes diseñar tu propia marca. Eso casi nunca funciona.
¿Ya tienes una empresa con su nombre y todo? Perfecto. Idealmente será un nombre claramente relacionado con lo que hace tu empresa. Pero si tu nombre necesita algo de explicaciónecharemos mano de nuestro eslogan. Se trata de conseguir que nombre y eslogan funcionen juntos.
¿Qué pasa si aún no tienes nombre para tu empresa? Tienes que crearlo.
Este puede ser uno de los mayores desafíos a la hora de definir tu marca. No te agobies. Recuerda que en definitiva tu nombre es solo un aspecto de tu comunicación. En otras palabras, no pretendas meterlo todo en el nombre. En definitiva, es lo que hagas con ese nombre lo que hará tu marca grande.
Autor Javier Arcos
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