Picamos la cebolla, los pimientos rojos y los ajos y sofreímos en aceite de oliva virgen extra, cuando esté bien pochadito añadimos la carne de los pimientos choriceros y como os digo que tengo pocos pues lo que hice fue echar todo, pensé que le daría más saborcillo pero vamos, lo ideal es echar sólo la carne de los pimientos.
Pelamos las patatas y las vamos "rompiendo" en trozos, ya sabéis, cortamos un poco con el cuchillo y rompemos para que luego suelte mejor la fécula y espese más. Eran 4 patatas y 2 trozos de atún en trozos, lo rehogamos todo a la vez y añadimos el caldo, yo tenía de verduras, hasta cubrir. Salamos.
Ese plato fácil, de toda la vida, de los que no nos podemos olvidar nunca porque saben a hogar...
Nuestro querido Inuk cuando vivíamos en Beirut...parece que fue ayer...gordi, te echamos de menos...