El Gobierno de Marruecos se hará cargo de la repatriación de los cadáveres de los niños ahogados en Salvaterra de Miño, Mohamed y Yunes Sidky, de 8 y 12 años, según confirmó a FARO DE VIGO uno de sus familiares.La familia realizó la solicitud al Consulado marroquí una vez fue encontrado el segundo cuerpo para que el traslado se haga de forma conjunta. La repatriación se realizará en avión mañana viernes por la tarde o, como muy tarde el lunes, según las previsiones manejadas por la familia.Los cadáveres están todavía en la morgue del Hospital Nicolás Peña de Vigo donde se le practicaron las autopsias reglamentarias.El proceso de reclamación es un trámite que realiza el gobierno de Marruecos a través de su consulado y que evita el coste por parte de la familia que no contaba con recursos para realizar la repatriación. En todo caso, los familiares solicitaron presupuestos de varias funerarias por su si fuera necesario hacerse cargo del traslado en cuyo caso reunirían el dinero entre la colectividad. Sin embargo el Consulado de su país de su país ya les confirmó que pagarían todos los gastos del viaje.Rito musulmánSegún explicó a FARO un miembro de la comunidad, los cuerpos serán llevados en avión hasta Marruecos pero los padres viajarán por su cuenta en coche particular, con el objeto de participar en los ritos musulmanes del entierro.Los cuerpos de los dos niños serán amortajados antes de su entierro en un cementerio musulmán.Salvaterra y la comarca del Condado todavía no se ha recuperado de la conmoción de la noticia de la muerte de los dos niños en el río Miño, y apoyan sin reservas a la comunidad musulmana que ha vivido en sus carnes la tragedia de este episodio. Así algunos vecinos mostraron su intención de colaborar en las necesidades del colectivo.Los niños, los mayores de cuatro hermanos, murieron en la tarde del lunes. Estaban jugando en las inmediaciones de la "pesqueira" a 800 metros del puente internacional, sobre una roca en forma de cuña que apunta al agua. Al pequeño, Mohamed Sidky, de 8 años, se le cayó un bocadillo que quiso recuperar y lo engulló el Miño. Su hermano Yunes Sidky intentó salvarle a pesar de sus escasos conocimientos de natación, y se ahogó también. Un vecino recuperó el cuerpo del pequeño al poco rato y se intentó su reanimación, pues salió del agua con vida, pero fue imposible. El cuerpo de Yunes se hundió y el equipo de rastreo lo recuperó el martes.Los buzos lo encontraron en el fondo, a unos cinco metros de profundidad. Con más luz pudieron ver el cadáver ya que el río seguía bajando con aguas muy turbias.Los niños serán llevados a una zona cercana a Casablanca, a Benimelén, una localidad pobre de la que en las dos últimas décadas llegaron a Galicia numerosas personas buscando nuevas oportunidades en la vida, entre ellas el padre de los dos pequeños que residió en varias localidades de la provincia de Pontevedra y desde hace cuatro meses en Salvaterra.En el amplio operativo de rescate desde que el lunes ambos hermanos desaparecieron en el río, han participado efectivos de los buzos de la Guardia Civil (GEAS), Policía Autonómica, policías locales de Salvaterra y de otros ayuntamientos de la orilla del río, Bomberos do Baixo Miño, Protección Civil y voluntarios de la Comandancia Naval de Tui, así como Policía Marítima de Portugal y Guardia Nacional Republicana.