Marta Domínguez recibió la noticia del sobreseimiento de su causa en su domicilio de Palencia, al cuidado de su hijo Javier, a punto de cumplir sus dos primeros meses de vida.
La palentina ha tenido que vivir una dolorosa carrera de obstáculos para intentar recuperar la credibilidad y subsanar su imagen pública después de que la Guardia Civil irrumpiera en su casa, el pasado 9 de diciembre, para realizar un exhaustivo registro en busca de sustancias dopantes, pero no se encontraron productos prohibidos.
Primero, la juez Mercedes Pérez Barrios consideró que no existía nexo de unión con el doctor Eufemiano Fuentes y el entrenador Manuel Pascua, supuestos cabecillas de una red de sustancias dopantes que suministraba productos prohibidos a algunos deportistas.
Esta decisión judicial cimentó la tesis de que la palentina fue utilizada para otorgar relevancia a un caso que carecía de un nombre llamativo. Parecía una nueva secuencia de la “Operación Puerto”.
El segundo golpe de efecto favorable a la campeona del mundo de los 3.000 metros obstáculos y llegado desde los despachos judiciales fue que el producto entregado, por medicación del representante José Alonso Valero, a Alberto García no vulneraba la legalidad, ya que se trataba de una sustancia natural que sirve como relajante muscular y que cualquiera puede comprar en los herbolarios.La magistrada también anuló parcialmente algunas de las escuchas de los implicados en la “Operación Galgo”.
Con esto, Marta Domínguez podría regresar ya a la competición, pero retrasará su vuelta unos meses para cuidar a su recién nacido.