Martes, 14 de Mayo de 1940

Por Sila
FRENTE OCCIDENTAL: De nuevo, comenzamos por Holanda. Rótterdam vive momentos angustiosos. En un nuevo intento por tomar la ciudad desde el aire, un grupo de paracaidistas alemanes dirigidos por el general Student aterrizan en la zona de los muelles: la lucha es atroz y el propio Student es herido gravemente. Sin embargo, el coronel Scharroo, jefe de la guarnición holandesa, sigue negándose a rendir la plaza. Es entonces cuando la Luftwaffe lanza un brutal ataque que conmoverá las conciencias de medio mundo. 90 bombarderos He-111 bombardean, a partir de las 14:00 el centro de Rótterdam. 900 civiles holandeses mueren a causas de las explosiones, pero además, el viejo casco histórico, compuesto por casas de maderas típicas, arde rápidamente. En pocas horas la mayor parte de la ciudad es pasto de las llamas; 25.000 viviendas son destruidas y 70.000 personas quedan sin hogar. La pesadilla de los ataques aéreos...
Rotterdam tras el bombardeo
Algo más al sur, en el norte de Bélgica, prosigue el avance del 6º Ejército. Hoy, las divisiones de la Wehrmacht llegan a Lovaina, al norte de la Línea Dyle, aunque la artillería británica del BEF, dirigida por un tal general Montgomery, consigue frenar su avance. En el sur, una división acorazada francesa asignada al 1º Ejército Francés lanza un potente contraataque en Hannut, pero los panzers alemanes frenan en seco a los franceses: 125 de los 175 carros franceses son destruidos.
En el frente del Heeresgruppe A es donde hoy se viven los momentos más dramáticos. En el sector de Dinant, la 7ª División Panzer de Rommel, que ayer cruzó el Mosa, se enfrenta a la 4ª División de Infantería Colonial Francesa; durante los combates, el carro de Rommel es alcanzado pero el general sale ileso. En su flanco derecho, la 5ª División Panzer consigue derrotar fácilmente un contraataque francés de la 5ª División Motorizada Francesa en Haut-le-Wastia. En un intento de cerrar la brecha abierta en Dinant, el mando francés envía a la 1ª División Acorazada a la zona con órdenes de lanzar un contraataque, pero los refugiados que saturan las carreteras impiden el avance de los carros franceses. De haber conseguido llegar en esos momentos, muy posiblemente las dos divisiones panzers hubieran sido detenidas o, incluso, rechazadas.

Pero sobre todo, el centro de atención está puesto en Sedán, donde los panzers de Guderian cruzan a toda prisa los pontones construidos por los ingenieros. Los aliados realizan un enorme esfuerzo aéreo para destruir los puentes, pero la artillería antiaérea alemana y la efectiva cobertura de Bf-109 provoca una matanza: 48 bombarderos ingleses y otros 2 franceses y 19 interceptores británicos y 21 franceses son destruidos en apenas unas horas, el mayor desastre aéreo para los aliados desde que comenzó la guerra.

Los aliados saben que es en Sedán donde se están jugando la guerra. La destrozada 55ª División Francesa trata de recomponer sus líneas en Bulson, a 10 kilómetros del Mosa, pero el regimiento encargado de formar la línea entra en pánico y se disuelve. El 1º Ejército Francés del general Huntziger tenía planeado lanzar un contraataque a las 04:00 de la madrugada, pero el ataque es retrasado hasta las 08:00, dando tiempo a los panzers del 19º Panzerkorps de Guderian a cruzar el Mosa. Cuando el ataque comienza lo hace también el desastre. Los carros franceses avanzan protegiendo a la infantería, a la vieja usanza, y son presa fácil de los mucho mejor dirigidos panzers alemanes. En la localidad de Chehery, dos batallones acorazados franceses son totalmente destruidos. Y todo ello mientras desde el aire la Luftwaffe acosa sin piedad a los franceses. Cuando a las 21:00 concluyen los combates, la 55ª División Francesa ha dejado de existir y la 71ª División Francesa huye desorganizada hacia el sur. La debacle francesa es total. Y en el alto mando francés cunde el mismo pánico que en la línea del frente. Ahora los generales galos se dan cuenta de lo que se les viene encima. Los alemanes han abierto una brecha por la que sus fuerzas móviles pueden atacar en dirección a París o las retaguardias de las Líneas Dyle y Maginot. Los aliados han aprendido una rápida y dura lección sobre la Blitzkrieg.
Derrota francesa en Sedán

Por último, en la Línea Maginot, el general Von Leeb, del Heeresgruppe C, recibe orden de simular estar preparando una ofensiva, con el fin de inmovilizar a las divisiones francesas de la zona.
ALEMANIA: En el búnker cerca de Aachen que se ha convertido en su cuartel general durante Fall Gelb, Adolf Hitler firma su Directiva de Operaciones nº11. El 6º Ejército deberá frenar su avance en el norte de Bélgica y contener a los aliados en el Dyle, mientras el 18º acaba con la resistencia holandesa. Respecto al Heeresgruppe A, el Führer da orden de iniciar la segunda fase del Plan Manstein: la pinza hacia el norte. En otro orden de cosas, Hitler condecora con la Orden de Caballero de la Cruz de Hierro al capitán Koch y a siete soldados que participaron en la osada captura de Eben Emael hace unos días.
LONDRES: Menos festivo debe de estar el nuevo Premier Winston Churchill. Hoy, el Primer Ministro recibe una desesperada misiva de Reynaud solicitándole que envíe a Francia 10 nuevos escuadrones de caza para contener a los alemanes. Churchill responde tranquilizando a Reynaud y anunciándole que viajará en breve a París. La situación en Francia es tan compleja que el nuevo Secretario de Guerra, Anthony Eden, hace un llamamiento por la BBC a los ciudadanos a unirse a un nuevo cuerpo llamado Local Defense Volunters, embrión de lo que será la Home Guard. En una semana 250.000 civiles ingleses acudirán al llamado.
BOSTON: Llega a esta ciudad el buque danés Olympia, transportando en su interior un millón de dólares de oro procedentes del Banco Central Danés.