LONDRES: Día de importantes discursos. En la Universidad de Oxford, el Ministro de Exteriores Lord Halifax da un emotivo discurso a los estudiantes sobre los problemas que se presenta a la juventud moderna. Halifax habló de la similitud entre la situación actual y la de 1914, y, en la línea del Premier Chamberlain el pasado sábado, manifestó su confianza en que un nuevo orden mundial, basado en el Cristianismo y en la libertad, garantice la paz en Europa durante generaciones. Más agresivo pero también más fantasioso es el discurso que da Churchill, Primer Lord del Almirantazgo, en la Cámara de los Comunes. Churchill hace un repaso de la guerra naval durante estos primeros meses de contienda de una manera un tanto inflada. El veterano político afirma que han sido destruidos 25 submarinos alemanes, lo que constituye la mitad de su flota de U-Boote (en realidad solo se han destruido 15 sumergibles, y la flota germana ha seguido creciendo). Después, ha manifestado su confianza en que el bloqueo comercial termine ahogando a Alemania. En general, el discurso es bien recibido en la Cámara, con la excepción de Lloyd George. George, diputado liberal que fue Primer Ministro en los días cruciales de la Gran Guerra, responde al discurso de Churchill con una gran verdad: en 1914 Alemania y sus aliados estaban completamente rodeados por los aliados, y su única salida al exterior era un mar controlado por Reino Unido. Ahora, Alemania mantiene fronteras seguras con la URSS e Italia, suministradores de materias primas y alimentos, y mantiene buenas relaciones con Rumanía, proveedor de petróleo. Lloyd George profetiza que el bloqueo fracasará.
ATLÁNTICO NORTE: Buen día para los británicos. El desastroso mes de Febrero se aproxima a su final, y los U-Boote alemanes reducen su presión contra el comercio británico: hoy no se producen pérdidas navales inglesas. Más aun, la Royal Navy consigue capturar al mercante alemán Vaheme, logrando evitar que la tripulación volara el barco.
ALEMANIA: Un avión Blenheim de la RAF en misión de reconocimiento sobre la bahía de Heligoland es derribado por la Luftwaffe; no hay supervivientes.
PARIS: Por segunda noche consecutiva, las alarmas antiaéreas resuenan en la ciudad del Sena ante los vuelos de reconocimiento de la Luftwaffe.