El número trece puede estar asociado a los trece comensales de la última cena (eso se dice en los entornos donde se habla del temita). Pues parece que el comensal del número chungo era Judas el traidor, que acabó colgándose de un árbol roído por la culpabilidad. No me dirán que eso es mala suerte. Mala suerte fue la de Jesús, que las pasó canutas. Sin embargo, quitando estos dos casos, ¿qué me dicen del resto? Que nos quedan once y alguno escaparía, que hasta escribieron libros y todo, pasaron a la historia como santos sabios y tienen best sellers que se han traducido a casi todos los idiomas del mundo. Y estaban en ese grupo de trece.
Lo del martes ya se me escapa… Vale que digan que el martes trae mal fario porque Marte era el dios de la guerra… pero para los anglosajones no es el martes y trece, sino el viernes trece… Ya me dirán qué justificación tiene eso (el viernes negro, el viernes sangriento… seguro que algo chungo pasó en viernes por aquellos lares y ahí se ha quedado). Todas las culturas tienen supersticiones. A mí un día me regañaron por abrir un paraguas dentro de una casa… porque espantaba la lluvia. Eso, de justificado tiene poco. Eso es miedo básico (en este caso a las épocas de sequía). Lo mismo que echar sal por encima del hombro si se te derrama el salero. Que sí, que seguro que alguna explicación tiene, pero ya me dirán qué arreglamos tirando sal…
Resumiendo, y a lo que iba: ¿quién habrá sido esa persona tan desgraciada que vivió un hundimiento celebrando su boda en un barco un martes y trece? Porque de algún sitio saldrá tamaño aviso…
Aquí les dejo con un interesante vídeo (todos los capítulos del programa “Escépticos” son interesantes) sobre supersticiones: http://www.eitb.tv/es/video/1207454743001