Sean Durkin es el talentoso director de esta nueva joyita del cine indie. Es su primer largometraje y viene de haber ganado con ella, en la pasada edición de Sundance, el premio a Mejor Director. Promete. Una dirección y guión (también suyo) impecables. La peli ofrece planos cortos, muy de meterse en la intimidad del personaje para mostrársela al espectador. Te llega a dar vergüenza. Y no hablo de desnudos. Hablo de gestos y recorridos con la cámara a través de miradas y movimientos del cuerpo.
Una atmósfera muy ciudada, de ensoñación, de fusión de realidad y recuerdo. Y también muy “redneck”, en eso puede recordar un poco a Winter’s Bone. Pero en este caso se habla de las sectas, de las consecuencias psicológicas que acarrean, tanto para los que se encuentran inmersos en ellas como para los familiares de éstos. Una película que engancha desde el primer minuto y no te suelta hasta el final. Literal.
Interpretaciones perfectas. Elizabeth Olsen tiene mucho futuro como actriz y Sarah Paulson(su hermana, Lucy) está espléndida y es perfecta para el papel. Se da la química que se tiene que dar entre todos los actores. Nada escama, todo resulta creíble a pesar de lo tenebroso de la historia. Volvemos a ver al tío de la protagonista de Winter’s Bone: John Hawkes, que borda los personajes oscuros y que ofrece un momento musical inolvidable (puede verse al final del tráiler). Y es que este hombre, secundario de lujo de grandes producciones, protagonista de pequeños tesoros indies e inolvidable como Sol Star en la serie Deadwood de HBO, también tiene una banda: King Straggler, de la que os dejamos un video.
VANESSA PASCUAL