El sábado fue el cumple de Irene, aunque realmente empezamos festejándolo el viernes y acabamos el domingo, que de verdad no se lo que va a ser cuando se case la niña si con 4 años estamos 3 días de festejos pero bueno al grano.
El viernes tenía que llevar al cole un bizcocho y nada más, nada de chuches según normas del cole para evitar envidias y cosas de esas, cosa que me parece muy bien, pero esta norma de las chuches se las salta todo el mundo, así que yo también, no vaya a ser que mi hija sea la única que no lleva nada, el caso es que yo quería hacer algo especial, Irene es de las pocas de clase que van en el autobús del cole, así que todos los días tiene que ver como sus compañeros se van con sus mamás y con sus meriendas y juegan en el patio mientras a ella le queda por delante 1 hora de autobús, así qu quería demostrar que Irene tiene una mamá que se preocupa por ella.
Me gusta mucho la repostería (comerla pero también hacerla) y salvo errores mayúsculos que ya conocéis ( ver entrada El bizcocho de mi abuela), los bizcochos me salen bastante bien.
Decidí hacer el típico bizcocho de yogurt pero en cápsulas de madalenas para que cada niño tuviera su bizcochito pero fui más allá y decidí echarle colorante (alimentario) a los bizcochitos para que fueran de distintos colores, espectacular no?
Para no fallar el día D estuve practicando bastantes semanas antes, para medir tiempos y esas cosas, es decir, me he puesto morada de bizcochos de colores estos días, mis compañeros de trabajo también, mis hijos ni os cuento, los niños de la parada, todos, bueno menos mi marido que el color no le atraía mucho, el caso es que lo conseguí y este fué el resultado:
y así se ven por dentro:
Y de verdad que no fue ningún esfuerzo ni sacrificio porque es un hobby, así que no tengo tanto mérito.
Pero donde ya alcancé el grado máximo de madre pedorra fue con los chupa chups, os pongo las imágenes
Bonito no? pues eso, preparé un macetero de flores hechas con chupa chups, la idea era que me ayudaran los niños pero acabamos como el rosario de la aurora, Ignacio rompiendo los papeles, Irene acaparando los papelitos rosas, así que les mandé a la cama y me quedé haciendo florecitas yo sola mientras veía el telediario en directo y no en redifusión.
De todas formas y aunque Irene iba feliz con su flores, lo que más le gustó (y a mi también) fue que le llevara yo al cole.