Para quien escribe estas líneas, la respuesta a esa pregunta retórica es positiva: creo que Martín Kohan (MK) ocupará en el futuro el lugar que hoy detenta Ricardo Piglia (RP) en el sistema literario argentino.
¿Cuál es ese espacio? El del profesor/crítico que escribe buenas ficciones y escritor que hace buenas críticas. El que tiene la capacidad de entrar y salir de cada uno de estos campos airoso.
Es cierto que seguramente MK todavía no haya desenvuelto todo su potencial crítico que prefigura en una novela como "El museo de la Revolución" (2007) en su obra (novela recomendable sólo para aquellos que en el fragor de la militancia juvenil participamos de las discusiones acerca del marxismo y la revolución, hayamos o no comulgado con esas ideas, las discutimos).
Acabo de terminar "Segundos afuera" (2005) y MK ha vuelto a revalidar sus pergaminos como narrador. La maestría con la que entrelaza las historias que nos va desarrollando, ubicadas en distintos momentos temporales, sin confundir al lector ni generarle pesadez, lo puede lograr sólo alguien que maneja a la perfección las reglas de la narración.
MK nos narra en esta novela, por lo menos, las siguientes historias: i) la caída de Dempsey en la pelea contra Firpo (año 1923) en tercera persona, ii) los diálogos/discusiones de Verani y Ledesma sobre la pelea, Mahler, R. Strauss, etc. (año 1973), iii) la historia del fotógrafo, Donald Mitchell haste el día de la pelea en que Dempsey se le cae encima, en tercera persona, iv) el presente a partir de la muerte de Ledesma relatada por el muchachito Roque, v) la historia de Mr. John Gallagher, el referee de la pelea, en tercera persona, vi) la historia del suicidio/asesinato del tipo que aparece colgado en el City Hotel de Buenos Aires la noche de la pelea. No estoy en condiciones de afirmar que no haya más historias, ni puntos de vista. Lo que impresiona es que al leerlo se entienda a la perfección las historias que nos cuenta. MK lo logra.
Volviendo a "El Museo...", MK logra magistralmente aquello de centrar nuestra atención en una ó dos historias y sorprendernos con la resolución de otra que nos estaba desarrollando sin que nosotros fuéramos del todo concientes de su importancia. Y la magia en MK se explica por el punto de vista, él o los que están narrando le permiten ese juego.
Y el punto de vista me lleva a la tercera novela de MK, a decir verdad la primera de esta tres cronológicamente hablando, "Dos veces junio" (2002). Y, para quien escribe estas líneas, la mejor. El punto de vista de esta novela explica su grandeza porque es ese punto de vista el que le permite llevar el horror al punto que lo lleva en esa historia. Ya nos hemos ocupado de "Dos veces..." en otro post "Dos veces Kohan".
Pero lo otro destacable en MK es su destreza narrativa. En un texto de MK se nota que cada palabra fue elegida para estar donde está.
Por último, lo que le preocupa a MK son temas relevantes para un tipo de cuarentas, hoy en Argentina. MK no narra por narrar, quedándose enamorado de la simple retórica. Pone la palabra al servicio de algo más que el placer estético. A MK lo obsesiona la dictadura militar argentina (1976/83), incluso "Ciencias Morales" (2008), su última novela ganadora del Premio Herralde, que no leí todavía, va por ahí. También ese compromiso que tanto espanta a los "airistas", lo acerca a RP.
En fin, tremendo escritor ese MK.Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".