El diputado radical Julio Martínez, vicepresidente de la Comisión de Defensa, consideró “un agravio a la memoria de los caídos en Malvinas” que el ministro Julio De Vido negocie con la petrolera británica British Petroleum la ampliación del contrato de concesión del yacimiento Cerro Dragón.
El riojano denunció que la empresa tiene entre sus accionistas al fondo inversor Black Rock Inc., propiedad del Bank of America, que tiene participación en las compañías que operan en Malvinas, como Rockhopper, Desire Petroleum y Falkland Oil and Gas.
Según un informe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento británico difundido ayer, “la negativa del gobierno estadounidense a reconocer el derecho a la autodeterminación nacional de los habitantes de las Falklands [Malvinas] es decepcionante”.
El informe generó una fuerte sorpresa tanto en la diplomacia de la Argentina como en la de Estados Unidos. Fuentes de la Cancillería expresaron al diario La Nación que “nunca hubo una conciencia real del impacto negativo que tenía en Gran Bretaña la neutralidad de Washington en la causa Malvinas de los británicos”.
En tanto, desde el Departamento de Estado se dejó en claro que la posición histórica de no injerencia en una cuestión bilateral no se modificará. “Animamos al Reino Unido y a la Argentina en la cooperación en cuestiones prácticas y seguimos instando a una solución pacífica a la cuestión general” de Malvinas, dijo un vocero del Departamento de Estado desde Washington. A su vez, añadió: “Creemos que es importante que las partes sean constructivas en su enfoque, centrado en los esfuerzos que faciliten una resolución”.
El Departamento de Estado se preocupó en aclarar que “Estados Unidos continúa reconociendo la administración de hecho del Reino Unido en las islas, pero no toma posición respecto de los reclamos de soberanía de ninguna de las partes”.
El informe del Parlamento británico se conoció un día después de conmemorarse los 32 años del inicio de la guerra de Malvinas. Ese documento destaca la “frustración” de Gran Bretaña con su máximo aliado militar. “Estamos decepcionados de que la administración de Estados Unidos se niegue a dar prioridad al principio de autodeterminación en su posición de soberanía de las islas Malvinas”, indicó el informe, de 67 páginas.
A su vez, el documento sostiene que el gobierno de Barack Obama “juega a dos puntas” por el tema Malvinas. En este sentido, se menciona el apoyo a algunas políticas de Londres y también de la Argentina.
Al hacer referencia al referéndum que se realizó el año pasado en las Malvinas, donde el 99,8% de los habitantes de las islas votaron para seguir siendo parte de los territorios británicos de Ultramar, el Parlamento británico evaluó que “Estados Unidos sigue siendo neutral” en la disputa, para no perjudicar sus relaciones con la Argentina.
Cabe recordar que para la realización de ese referéndum los isleños recibieron el apoyo de sus aliados del Commonwealth, pero no así de Estados Unidos. Nigel Sheinwald, que fue embajador británico en Washington hasta 2012, admitió al comité parlamentario que la posición norteamericana sobre Malvinas “ha sido incómoda”.