Cada beso que doy
Es el primero
Es guapo, pero ya está. No tiene registros. La naturalidad y él se separaron al nacer.
Dio el salto a la televisión nacional en SMS, aquella mierda de serie de La Sexta.
Si durante un tiempo fue muy famoso fue por el subproducto en el que trabajó, El internado, una ficción de pseudo-terror donde trabajaban un puñado de actores muy monos todos que mostraban más chicha que talento.
Su debut en el cine fue en 2008 con Los girasoles ciegos, consiguiendo el Premio Goya en la categoría de Actor revelación, ese timo recurrente de premio.
Volvió a la tele con El Don de Alba y la verdad es que no mejoró mucho.
Ha seguido apareciendo en series patrias cutres y películas de poco fuste que solo buscan subvenciones.Su máxima aportación a la cultura fue cuando su mujer le hizo La liana y se enrolló con su jefe para ser primera figura en un espectáculo de danza.