Foto de Internet. Mártires por mano de paganos.
Durante el mandato en que el desgobierno del mayor enemigo que España, zETAparo, ha conocido, éste hizo y deshizo para que, cómo decía Miemmano, a éste país no lo conociera ni la madre que lo parió, tuvo a mal aprobar la Ley de Desmemoria Histérica, ese engendro que levantaba a los muertos de las sepulturas, ahondaba en la profundidad de la grieta que a duras penas había podido suturar la Transición entre las dos Españas y volvía a unos contra otros a golpe de talonario. De talonario público se entiende, pues la alimaña Calvo incide en que el dinero público no es de nadie y cómo tal hay que despilfarrarlo alegremente entre los amigos de los politicastros. Recordemos, politicastros y amigos. En aquella época en que España leía el cártel que sóbre la puerta del Infierno invita a abandonar toda esperanza a los que en él entran, nos desgobernaba zETAparo, los amigos eran todos los republicanos y afines resentidos y empezaban a tocar el dinero de todos a través de la pérfida Desmemoria Histérica.
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