Hace ya años, leí el primer volumen de la magna obra de Frank Miller: Sin City, el duro adiós; siendo este uno de los mejores cómics que he leído durante todos mis años de lector y coleccionista de historietas de todo tiempo. Empero, algo curioso salto a mi conciencia al terminar la lectura, al notar algo.
De lo que me he dado cuenta es que la brutal epopeya de Marv en su afán por vengar a Goldie, la prostituta asesinada, va más allá de un crudo relato de violencia y revancha tenida en sangre y plomo.
Marv, así como lo ven de duro y bestial, es uno de los héroes más trágicos y románticos de toda la historia del cómic.
¿Dije romántico? ¡Sí! pero romántico en el término más clásico y literario del término.
El buen Marv es un personaje de lo más triste y solitario. Un marginado que posee un pasado tan terrible que ni siquiera quiere recordar. No tiene amigos verdaderos, solo cómplices que le deben favores. Puede ser un peleador de más de dos metros y 120 kilos de peso, pero aun así es pequeño en ciertos detalles.
Ya saben, todo hombre, por duro que sea, es débil ante la belleza de una mujer.
A la gris y vacía vida de Marv llega Goldie, una prostituta de lujo, hermosísima y sensual. Marv no sabe que es una prostituta que busca en su protección. Marv, acostumbrado a la violencia, la sangre y a hacer pedazos a un ser humano, se estremece ante una débil hembra. El rudo gigante se torna dócil como un niño ante la gracia y suavidad femenina. Nunca en su vida ha estado de forma íntima con una mujer ni se ha atrevido a pagar por una, pues se sabe repulsivo a la vista así que penetrar en semejante mujer es para él una fantasía que ni siquiera se había atrevido a soñar.
Pero Goldie muere. A su lado. Y el no puedo hacer nada para evitarlo.
De ahí en adelante, encontrara sentido a su vida y muerte: Vengar a Goldie, la única mujer que tuvo sexo con él; un acto de tal valor para Marv que está dispuesto a arriesgar todo para saldar la deuda, no importa que solo haya sido un acto de conveniencia; Goldie estuvo ahí para él y eso fue suficiente.
Marv, a su muy peculiar manera, es todo un héroe romántico. Totalmente huérfano de esperanza, vagando en una noche sin fin, vio extinguirse la única luz que encontró. No conoció el amor, más allá del ciego cariño de su madre. Lo más cercano que tuvo fue una única noche de placer, pero… ¿Acaso no es suficiente para arriesgar la vida?
Marv se embarca en un dantesco viaje por un infierno personal y externo. Derrama sangre en nombre de una prostituta muerta, morirá por ella. “Me gusta esa idea, cada vez me gusta más” nos comenta.
¿Rudo, brutal, asesino, psicópata? Marv es todo eso, pero también es uno de los héroes más románticos, una de las figuras más trágicas y tristes de los cómics.
Todo aquel que nos hemos visto en el hoyo y hayamos leído Sin City, nos identificamos con este gladiador de los callejones, con este tipo que nunca conoció el amor y nunca pudo tocar a una mujer por su aspecto y pobreza.
Marv murió por el amor efímero e ilusorio de una mujer…
Todo un caballero, sin lugar a dudas…