El tiempo no tiene compasión y sigue en su correría cómo niño desvalido sin juguete preciado,cómo quien llora en la penumbray ríe en la mañana,cómo quien está expectanteante la soledad inocua e intempestiva.Buscar la alegría como fuente de vida,emocionar los días con garantía de validez, certificar las sonrisas y potenciar el regocijo,pero también permitirse estar tristepara valorar los momentos felicesy creer en la audacia, la valentía,el temple y el estímulo de la convicción,aunque la inercia quiera decir: hola.El no saber qué pasará mañanaactiva el deseo de querer que todo vaya bien,aunque no lo parezca.