Título original: Beyond a Reasonable Doubt
Director: Peter Hyams
Guionista: Peter Hyams
Intérpretes: Michael Douglas
Jesse Metcalfe
Ambert Tamblyn
Joel Moore
Orlando Jones
Lawrence P. Beron
Sewell Whitney
Productores: Mark Damon
Limor Diamant
Ted Hartley
Fotografía: Peter Hyams
Música: David Shire
Montaje: Jeff Gullo
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2.009
Duración: 105 minutos
Edad: 13 años
Género: Crimen, Drama, Misterio, Suspense
Distribuidora: Dea Planeta, S. L.
Estreno: 10-07-2.009
Página WEB: Web Oficial de la película en España
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 5,223 Espectadores: 236.924
Vizcaya: 5,358 Recaudación: 1.426.220,75 €
España: Puntos (Popularidad):
Rugoleor: Índice de popularidad:
Sinopsis:
“Más allá de la duda” narra la historia de C.J. Nichols (Jesse Metcalfe), un ambicioso y joven periodista que investiga a Mark Hunter (Michael Douglas), un fiscal de distrito corrupto y para ello se inculpa como sospechoso de asesinato. El fiscal da al traste con su plan cuando descubre la treta e incrimina al reportero. Este remake del clásico de Fritz Lang y de la RKO de 1.956 moderniza el género del cine negro, tan oscuro y siniestro, con giros que mantendrán el suspense hasta el final. C.J. es un joven periodista que lo arriesgará todo por demostrar la falta de solidez de las pruebas circunstanciales utilizadas por un fiscal de distrito corrupto con un increíble historial. C.J. se toma la justicia por su cuenta y se inculpa como sospechoso de asesinato. Su compañero (Joel David Moore) es el único que sabe la verdad y sólo él tiene la llave que demostrará su inocencia. La joven ayudante del fiscal, Ella (Amber Tamblyn), se ve dividida entre el plan de C.J. y la ambición del fiscal Martin Hunter. Al surgir un romance entre el periodista y la ayudante, las cosas se vuelven todavía más difíciles, sobre todo cuando el plan de C.J. sale a la luz y Ella se encuentra en medio de todo el embrollo. Ella, ajena al plan de C.J., desafía a su jefe y se esfuerza por descubrir pruebas que demuestren su inocencia. Como en toda película de cine negro, el destino del protagonista es incierto. ¿Irá un inocente a la cárcel para cumplir condena perpetua sólo para que un fiscal consiga su última victoria y acceda al puesto de alcalde?
El clásico de Fritz Lang de 1.956 regresa a las pantallas con un nuevo ropaje al servicio de Michael Douglas, aquí con traje de fiscal del distrito bajo sospecha de corrupción. Jesse Metcalfe (jardinero en “Mujeres desesperadas”) es el joven periodista que, para poner en entredicho al fiscal, fabrica un montón de pruebas falsas en torno al asesinato de una prostituta que le apuntan directamente. El plan es dejarse acusar, para luego destapar la caja de los truenos.
Crítica:
11.07.2009 – JOSU EGUREN
Veredicto: culpable
Quienes conozcan las obras del director alemán Fritz Lang sabrán que las escasas posibilidades de rehacer con fortuna alguno de sus clásicos pasan por una relectura de “Más allá de la duda razonable (1.956)”, título menor dentro de la filmografía de un realizador que migró a América huyendo de las esvásticas nazis. Y Peter Hyams acepta el reto de desempolvar este clásico del cine judicial actualizando una trama cuya verosimilitud ha ido menguando con el paso del tiempo. Pero Hyams no es un cirujano experto y complica su rutinaria operación cosmética tratando de recolocar los órganos vitales del clásico.
La metástasis que corroía las entrañas de la Justicia en el original es un simple tumor para Peter Hyams, que aquí ofrece una visión benévola y reduccionista de un sistema judicial perverso. La economía narrativa de Lang y su maestría en el encuadre no han dejado testamento y, en su lugar, Hyams apuesta por multiplicar los planos, avivando el ritmo de una narración que pierde de vista la psicología de la acción 'langiana' para centrase en la tortura mental de los personajes. En mi humilde opinión, cuando no se puede mejorar, lo mejor es ceñirse a la copia caligráfica del modelo, pero en Hollywood siguen empeñados en acelerarse para coger el rebufo de las series televisivas modernas. Y nunca llegan.
Qué decir del engañoso cartel promocional, o 'Michael Douglas devorando a Jesse Metcalfe', maniobra publicitaria sin coartadas que poco tarda en descubrir la endeblez de un reparto al que le vienen muy grandes los papeles de Joan Fontaine y Dana Andrews. Michael Douglas acepta el rol de estrella invitada dando vida a un fiscal corrupto que ha hecho carrera friendo inocentes, pero el suyo es un brote de genialidad controlada que no contagia a un casting muy justito de talento. Hyams ha subido en un carrusel al clásico, lo ha mareado y justo cuando debería haber girado la última tuerca del guión se ha quedado sin fuerzas.