La película, tiene tres caminos paralelos, que acabaran por cruzarse. El primero es el que protagoniza Matt Damon, una persona con el don de poder hablar con los muertos, que cansado de su vida de parapsicologo de éxito, da un giro por completo, para empezar de cero y ser una persona normal. El segundo es el de una periodista francesa (Cécile de France), que sobrevive al Katrina, no sin antes haber estado a las puertas de la muerte, lo que la convierte en una mujer completamente distinta. Y el tercero es el de unos gemelos ingleses (George y Frankie Mclaren), hijos de una drogadicta, en un desafortunado incidente, uno de ellos muere, dejando solo al que le sobrevive. Las tres historias, van avanzando a lo largo de la película, hasta que sutilmente, y de una manera poco forzada, las tres historias se convierten en una.
Puede que no sea la mejor película de Eastwood, pero sin duda su trabajo y su buen hacer quedan muy bien plasmados, aunque tenga algún pequeño fallo, que pasa completamente inadvertido. El desarrollo de las tres historias, fluye con toda naturalidad, lo que va haciendo que te metas poco a poco más en la película.
Que duda cabe, que también interviene la mano de Eastwood, y su manejo con los actores.
Recomiendo la película, pues es una buena muestra del cine de Eastwood (aunque no la mejor), y espero que siga regalándonos este nivel de cine, por mucho tiempo. Una lástima, el público y la crítica, quedaran algo indiferentes ante el film.