A menudo me suceden cosas que me hacen pensar en el futuro, específicamente cuando son problemas o situaciones no gratas a corto o mediano plazo. Cuando llegan estos episodios la preocupación invade mi mente, mi vida, por ende mi estado de ánimo se transforma.
Inmediatamente surgen un sinfín de ideas, un sinfín de cuestiones y es cuando me pregunto: ¿Cómo voy hacer? ¿Cómo lo solucionare? ¿Qué va a pasar?. . . Muchas y muchas preguntas rondan por mi cabeza. En muchas ocasiones me he dejado llevar y es cuando me atrapa la tristeza y hasta veo lágrimas correr.
Cuan llega el momento esperado o el momento de enfrentar la situación, me han sucedido cosas inesperadas, cosas con las cuales no contaba y le dan otro color a esa situación. Y es ese momento en que detengo mis pensamiento y me digo: "Me he preocupado todos este tiempo, hasta he llorado por lo que posiblemente podía ocurrir y todo ha pasado de otra forma". Muchas veces las preocupaciones son solo eso, preocupaciones y les he dado más importancia de lo necesario. . . Hoy puedo decir que por muy grande que sea la situación no debo dejarme arrastrar por la preocupación. Todo pasa, todo cambia y todo tiene una solución.¿Te ha pasado igual?@MadreNovata@MadreNovata