Género: Ciencia Ficción.
País: Canadá.
Duración: 110 minutos.
Dirección: Panos Cosmatos.
Intérpretes: Michael Rogers, Eva Allan, Scott Hylands, Marilyn Norry, Rondel Reynoldson.
"Año1983. Elena se encuentra capturada contra su voluntad en un misterioso centro conocido como Arboria, bajo el vigilante ojo del siniestro doctor Barry Nyle. Empujada hasta sus límites, a Elena no le queda otra opción más que navegar a través de la laberintesca prisión para escapar, revelando sus secretos ocultos en el proceso."
Llegado cierto momento, el ritmo pausado de Beyond the Black Rainbow toca fondo. La visión futurista y surrealista de Cosmatos entrechoca con sus habilidades como narrador, confundiendo escenas lisérgicas que no quedan muy bien en claro con un despliegue visual impecable; la recreación de un 1983 se nota desde la puntillosa puesta en escena, hasta el método de filmación, con unas imágenes que parecen salidas de TRON y una banda sonora muy ochentosa, chiclosa, que se te pega. Técnicamente, poco hay para reprocharle al film, pero la historia se siente demasiado estirada incluso hasta para el espectador más paciente, que no podrá ver la hora en que la película termine, con un corte a negro que por poco y me hace aplaudir del hastío al que había llegado a mediados del metraje.
Siento que estoy entre aguas divididas: por un lado, el estilo visual, la música, los protagonistas, las escenas psicodélicas, todo encaja y está servido en bandeja para conformar un peliculón de ciencia ficción, pero la simpleza de la trama es estirada por el director hasta casi 2 horas y el peso de este lastre arrastra a toda la película, que en sus últimos minutos se convierte en un slasher (¿?) inesperado y un final simplemente estúpido y carente de efecto.
Calificación: C