Es lógico que, al no tener principios éticos de fondo, la postura utilitarista se termine cuestionando el límite de los 14 días, que no pasa de ser arbitrario, y carente de fundamento biológico, como demostró el Dr. Herranz en su obra El embrión ficticio (introducción, capítulo 1 y reseñas disponibles en este enlace). Puede verse un comentario a dicha investigación en Observatorio de Bioética (en español).
Es lógico que, al no tener principios éticos de fondo, la postura utilitarista se termine cuestionando el límite de los 14 días, que no pasa de ser arbitrario, y carente de fundamento biológico, como demostró el Dr. Herranz en su obra El embrión ficticio (introducción, capítulo 1 y reseñas disponibles en este enlace). Puede verse un comentario a dicha investigación en Observatorio de Bioética (en español).