Hago una incorrecta utilización en castellano del genitivo sajón, porque está bien claro quién se la ha pegado en las elecciones del 25-N, aunque no es el único.
Cuando en relación con la manifestación del 11-S dije que no había acudido a ella porque el mensaje era claramente independentista y afirmé, y me reafirmo, que si el mensaje hubiese sido más plural todavía habría ido más gente a la manifestación, estaba sin quererlo expresando una opinión mayoritaria en Catalunya : a muchos no nos gusta el encaje que tiene Catalunya en España, y queremos que se modifique, pero eso no quiere decir que estemos por la independencia, antes al contrario, a buena parte de los que somos de esa opinión no nos seduce la independencia, aunque en mi caso me seduce un poco aunque solo como método para librarnos de la U.E. Y ahí es donde creo que se equivocó Mas. Después del portazo del 20-S, al convocar elecciones anticipadas dándoles un carácter plebiscitario y decantarse claramente por la independencia, aunque no la mencionase hasta el final de la campaña, y pasando por el derecho a decidir, creo que provocó dos movimientos que al final le han pasado una factura fatal. El primero ha sido despertar a muchos ciudadanos de Catalunya que temen la independencia y que pasaban bastante de las elecciones autonómicas, pero que esta vez sí han votado. La zona donde más ha aumentado la participación y el castigo a CiU ha sido mayor es el área metropolitana de Barcelona, que es donde este tipo de votante es más numeroso. Y el segundo, y en mi opinión el que más daño le ha hecho, es que el votante tradicional de CiU no es independentista y ha tenido poco tiempo para intentar digerir el cambio de orientación con el resultado que con toda probabilidad muchos han optado por la abstención, el voto en blanco, o incluso ir a votar a otras listas. Para empeorarle todavía más las cosas al Sr. Mas, los muchos independentistas de nuevo cuño aparecidos gracias a la colaboración entusiasta del PP parecen haberse concentrado alrededor de ERC, quizás gracias a que Junqueras ha sido una de las pocas excepciones a una campaña electoral de locos.
También creo que en el resultado han tenido peso los recortes que la Generalitat convergente ha llevado a cabo y los sectores que han seleccionado para efectuarlos. Como Rajoy, Mas recibió en herencia una muy difícil situación financiera, como Rajoy, e incluso más que él, Mas ha aceptado sin chistar una política económica desastrosa, y como Rajoy ha centrado los recortes en cuestiones sociales y ha recortado poco o nada en lo concerniente a la organización de la Administración Pública en especial en lo que se refiere a duplicidades, subvenciones, empresas y entidades autónomas y gastos a muy alto nivel y en general en lo que afecta a su bajísima eficiencia.
Además, en mi opinión no supo defenderse de los misiles que le dispararon desde Madrid. No supo contrarrestar La campaña del Gobierno para que algunos miembros de la E.U. manifestasen que una Catalunya independiente sería expulsada de la unión. Campaña que tuvo éxito pero que en realidad era una falacia porque la conclusión solo era cierta en el caso de declaración unilateral de independencia que no era el camino que Mas proponía, mientras que en el caso de un proceso pactado no había ni norma ni precedente. Pero en vez de denunciar la falacia, primero se empecinó en negarla y finalmente evitó el debate del asunto mandando de esta forma el mensaje de que la expulsión era cierta y asustando a los muchos votantes que, en mi opinión muy equivocadamente, creen que fuera de la U.E. solo hay miseria y crujir de dientes. El segundo misil fue todavía peor, me refiero al vergonzoso libelo de El Mundo utilizando sibilinamente la evidencia de implicación de CiU en el eterno proceso del caso Palau. Su reacción me atrevería a calificarla de histérica, le salió el alma mediterránea, con acusaciones al Gobierno y al Sr. Rajoy que quizás podrían ser ciertas pero que son imposibles de demostrar, y encima añadió un error que ya es típico en CiU : confundir los ataques al partido con ataques al país.
El resultado de las elecciones es desastroso para Mas y su partido, y preocupante para los ciudadanos. Si Mas hubiese conseguido al menos colocarse muy cerca de la mayoría absoluta, y suponiendo que su independentismo sea pactista cabría la posibilidad de una salida negociada. A lo largo de todo el proceso he tenido la sospecha de que esa era la estrategia que quería seguir Mas. Ahora no creo que rectifique, me imagino que practicará la huida hacia delante aliándose con ERC, pero el independentismo de ERC no es en absoluto pactista sino radical y no le ponen peros a la declaración unilateral de independencia. Y encima en el otro extremo está el PP diciendo que han derrotado al soberanismo, lo que sin duda significa que continuarán con su estrategia de acoso y derribo a pesar de sus resultados. Porque no sé que celebran, sus resultados no son malos pero el PP solo ha aumentado un diputado en Girona que en las elecciones del 2010 ya estuvieron a punto de conseguir, tenían que ser la segunda fuerza política de Catalunya y son la cuarta, adelantar al PSC y todavía lo llevan delante, y han pasado de obtener el 12,4 % de los votos en el 2010 al 13 % el 25-N. Su aumento es tan poco importante que es casi insignificante, mientras Ciutadans con un mensaje parecido al del PP en lo que se refiere a la independencia pero centrista, centrado, sin decir tonterías sobre pensiones y sin querer meter a nadie el miedo en el cuerpo, es decir con un mensaje fundamentalmente positivo, ha triplicado el número de votos y diputados.
Esta diferencia casi insultante de resultados entre PP y Ciutadans creo que es un buen ejemplo de que no es casualidad que en el Reino Unido y Canadá hayan podido, al menos hasta ahora, controlar y evitar el secesionismo mediante el mensaje positivo y el dialogo, mientras el PP con su estrategia de acoso y derribo creen que son ellos los que han derrotado a Mas, pero no hay nada que celebrar, porque no han derrotado al soberanismo, al contrario, creo que lo han hecho más radical y solo les han dejado sin salida pactada, y teniendo en cuenta lo flexibles que son en el PP,…. En el futuro hay incertidumbre, y en función de cómo se desarrolle la crisis de la U.E. y de la Eurozona, en especial para los países del sur de Europa, y su posible impacto sobre España. y con la solución al encaje de Catalunya pendiente, todavía podríamos llevarnos más de un susto.
Creo que solo queda la muy remota esperanza de que a Mas se le ocurra negociar con el PSC la salida federal, que es casi tan difícil como la independencia, pero mucho más digerible. También creo que el referéndum ayudaría a dar una salida al cisco que se ha montado, porque si alguien ha fracasado estrepitosamente en estas elecciones, y en otras antes de estas, son las encuestas y si conociésemos la verdadera opinión de los catalanes en relación con la independencia y el pacto fiscal igual nos llevamos alguna sorpresa, como ha ocurrido el 25-N.
Adjunto la tira cómica de Batllori publicada en La Vanguardia el mismo 25-N, que como siempre es un discurso de pequeño formato.