Más de 100 muertos por la ola de frío en Hungría

Publicado el 18 enero 2017 por Desde Hungría
Cada invierno es lo mismo desde hace casi tres décadas. Llegan las bajas temperaturas, y con ellas las muertes por hipotermia en plena Europa central, en plena Unión Europea. Este año el invierno está siendo especialmente duro, en contraste con los últimos 3-4 años de inviernos benignos (obviamente teniendo en cuenta que en Hungría, por estas fechas, hace bastante más frío que en España). La ONG Foro Social Húngaro (MSzF) denunció el pasado 6 de Enero hasta 80 muertes por hipotermia en Hungría en lo que llevamos de invierno, de las cuales 20 personas murieron al aire libre (sobre todo indigentes), 27 en sus casas porque no tenían calefacción (como jubilados que no pueden pagarla con sus ridículas pensiones) y 33 en hospitales o mientras les trasladaban a una institución sanitaria. La víctima más joven tenía 35 años, mientras que la más senil tenía 89.
A día de hoy ya se cuentan más de 100 muertes atribuibles a las bajas temperaturas. De hecho, poco después de la noticia mencionada, el 8 de Enero, se registró la temperatura más baja de las últimas décadas, con -28,1 ºC en el pueblo de Tésa, situado al norte del país junto a la frontera con Eslovaquia, batiendo los -26,5 ºC que se registraron en Romhány en 1985. En el aeropuerto de Ferihegy de Budapest se registraron -18,6 ºC el pasado 8 de Enero.
Para combatir las temperaturas se habilitaron varios refugios calefactados en varias ciudades del país y se distribuyó comida y bebida caliente, sin embargo, esto no ha sido suficiente para evitar más de un centenar de muertes. En los condados de Szabolcs-Szatmár-Bereg, Fejér y Győr-Moson-Sopron hubo cortes de electricidad y calefacción debido a varias averías en la red que ya fueron reparadas.
Río Danubio parcialmente congelado a su paso por el puente de las cadenas de Budapest.
Lago Balaton congelado.
Poco o nada se ha hablado de todo esto en los medios de comunicación. En España apenas unas imágenes de las fuentes de Roma congeladas, o del partenón de Atenas nevado, durante unos breves segundos en el telediario, y otras breves imágenes de los inmigrantes que siguen cruzando la ruta de los Balcanes bajo la nieve, pero nada del trasfondo de todo esto. Llevo ya varios inviernos escribiendo este blog (véase esta entrada del año pasado por estas mismas fechas) y siempre es lo mismo, pero no me canso de repetirlo año tras año. Pensiones miserables con las que malviven muchos ancianos y que les impiden poder encender la calefacción de sus apartamentos, siendo los más vulnerables (muchas pensiones rondan  los 100 €, que apenas alcanzan para comer durante un mes). Gran parte de los salarios apenas llegan a los 300 € mensuales. Para luchar contra todo esto, el gobierno húngaro ha elaborado una serie de decretos en los últimos años que obligaron a bajar los precios del gas y la electricidad (hasta un 20%), sin embargo aún siguen siendo altos si los comparamos con el poder adquisitivo de la mayoría de la población.
Algunos de los hospitales de Hungría carecen también de calefacción, aunque no es algo común, pero en muchos se registran averías. La sanidad húngara sobrevive a duras penas, y muestra de ello es el estado de muchos hospitales y consultorios, especialmente en las zonas rurales. Yo fui testigo del traslado de muchos enfermos, a la intemperie, en camillas de ruedas sobre la nieve y el hielo, entre las clínicas, a veces bajo fuertes nevadas. Todo esto probablemente explique las circunstancias en las que murieron las personas arriba mencionadas.
La imagen agradable de esta ola de frío ha sido la habitual del lago Balaton (el mayor lago de Europa central) con su superficie congelada sobre la cual se podía patinar, así como el río Tisza o el propio Danubio totalmente congelados en varios tramos. En Budapest el Danubio no llegó a congelarse del todo en su superficie, aunque se veían enormes trozos de hielo arrastrados por su corriente, en otra imagen cotidiana del invierno húngaro. Os dejo un par de breves vídeos que merecen la pena: