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Abuso de autoridad de la SSP.
Muestra de unión de granizaderos por un joven aprehendido.
17/08/2010
La arbitraria detención de un joven integrante de la cuarta generación de una familia de granizaderos (así se les dice por aquí a quienes venden raspados de hielo de sabores) expuso abusos de autoridad en la SSP y la capacidad de movilización de esos vendedores callejeros.
En visita al Diario los esposos José Perera Ek y Laura Manrique González, vecinos de Xoclán, relataron que bautizarán a la más pequeña de sus hijos y el jueves al mediodía enviaron a su hijo de 17 años de edad a pagar la renta de un equipo de luz y sonido y entregar un acumulador que usan en sus triciclos.
En el trayecto, a unas cuadras del hogar y cerca del Caimede, el muchacho fue detenido por dos agentes con chaletos antibalas a bordo de un carropatrulla. Lo acusaron de robarse el acumulador, lo forzaron a entrar al vehículo y enfilaron a la sede de la corporación policíaca, en la avenida Reforma, pero el adolescente logró telefonear a su madre.
El carropatrulla pasó junto a la mujer sin detenerse ni atender a sus gritos. Más allá el muchacho vio a una prima suya, también vendedora ambulante, a la cual gritó pidiendo ayuda, y en Santiago divisó a un tío, otro granizadero, al que también gritó.
Debido a la resistencia que mostró, el joven fue golpeado en el trayecto. Le causaron heridas en la cabeza, una oreja, los brazos, las manos y la espalda. Lo encerraron en una celda sucia, con excremento en las paredes, junto con otros tres detenidos.
—Para calmar la sed nos daban un bote que compartíamos todos —dijo el muchacho.
Más tarde llegaron a la corporación los abuelos, tíos y otros familiares del joven, todos granizaderos. Sus gestiones dieron fruto, el subdirector Federico Cuesi Adrián liberó al joven, lo careó con los agentes involucrados y sancionó a éstos.
A las 8 de la noche se retiraron para ir al Ministerio Público a poner una demanda penal.— HANSEL VARGAS AGUILAR.
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Encañonan a un niño.
En un cateo, policías sacan desnudo del baño al pequeño.
13/08/2010
PROGRESO.— Familiares del niño Josmar Andrés Yepes Dzib, de seis años de edad, denunciaron que fue víctima de trato inhumano de parte de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública que catearon la casa donde vive con sus papás y hermanos también menores.
Hijo de Catalino Yepes Cruz, pescador ribereño dedicado a la pesca de pulpo, Josmar Andrés narra cómo los policías que entraron a la modesta vivienda de láminas de cartón, después de empujar, golpear y humillar a sus hermanos, a él lo agarraron del cabello y lo sujetaron.
—Me pusieron una pistola acá en mi cabeza —dice el niño al mismo tiempo que con un dedo muestra el lugar donde un policía encapuchado le colocó el arma de fuego.
El menor recuerda que le dijeron “dinos dónde lo tienen escondido”, pero el niño no entendía a qué se referían.
No sólo Josmar Andrés fue víctima de agresión de los policías estatales que irrumpieron la casa, sino también a José Armando Abán Dzib, de 16 años, sobrino del pescador.
José Armando se estaba bañando cuando escuchó ruidos. Violentamente abrieron la puerta del baño y dos policías lo sacaron desnudo.
José Armando comenta que cuando lo sacaron del baño escuchó balazos y eso lo asustó aún más. No entendía lo que pasaba, los policías sin dar explicación exigían saber dónde estaba la droga escondida.
—A Josmar lo vi muy asustado, mis primas también lloraban, luego me enteré que al niño le pusieron la pistola en la cabeza —dijo José Armando.
La casa que catearon el miércoles los policías se ubica en la calle 37 entre 136 y 138 de la colonia Nueva Yucalpetén. Catalino Yepes es pescador ribereño, a la hora del cateo estaba en alta mar a 15 kilómetros de su casa.— Gabino Tzec Valle.
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Acoso a una familia porteña (segunda parte de la nota anterior).
Que interpongan sus querellas piden a víctimas de abuso.
15/08/2010
PROGRESO.—El pescador Catalino Yepes Cruz, cuya casa fue cateada por los policías estatales, denuncia que los agentes acosan a su familia con constantes recorridos a la puerta de su humilde vivienda.
Mi familia, dice el pescador, no vive tranquila, me da miedo dejarla sola para ir a pescar, pues temo que de nueva cuenta vengan a revisar mi casa.
La casa de Catalino Yepes fue cateada el miércoles por la tarde por 10 agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes llegaron a bordo de tres carropatrullas. Los policía tiraron muebles, amenazaron y golpearon a los hijos del pescador para obligarlos a revelar donde tienen escondida la droga.
Rosalía Dzib, esposa de Catalino y sus hijos, interpusieron denuncia ante el Ministerio Publico por la agresión y daños causados a su casa y en respuesta a su querella, los agentes estatales comenzaron a rondar el predio del pescador.
—Antes salíamos a la puerta de la casa para tomar el fresco y jugar lotería, pero ya no lo podemos hacer... A cada rato pasan las patrullas policíacas y agentes en motocicletas que se nos quedan viendo —dice el pescador.
Catalino Yepes considera que los están tratando como delincuentes, y que la gente ya no está segura en la ciudad, porque si a uno lo ven caminando a las 11 de la noche o más, los policías estatales los catean y preguntan dónde está la droga.
Rosalía Dzib hace un llamado a las familias que han sido víctimas de arbitrariedad policíaca, y que han sido tratados como delincuentes sin fundamento alguno, a que interpongan su denuncia y lo hagan público.
“Ya basta que los agentes, valiéndose del poder que les dan las armas, atropellen a los ciudadanos y no les hagan nada.
“Hay que unirse para acabar con la violación a los derechos humanos de que somos víctimas”, afirmó la vecina.
María Yepes, hermana de Catalino, pide a la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco que los reciba en audiencia para que le expliquen con detalles el abuso que cometieron los policías al mando de su gobierno en contra de sus familiares.
—La gobernadora me conoce como María “La jarocha“, yo trabajé con ella, la apoye en sus campañas políticas desde que fue diputada local y después cuando buscó otros cargos y para llegar a la gubernatura, por eso le pido por este medio que nos atienda.
“La jarocha“ explica que la gobernadora no está enterada de los atropellos que cometen los policías en la ciudad y la forma en que trataron a la familia de su hermano Catalino.
“Por eso la gobernadora en una entrevista con una televisora dijo que los policías están cumpliendo con su trabajo y entran a las casas para investigar”, señaló.
Catalino Yepes comenta que averiguó que los policías estatales recibieron una denuncia de que en su casa había droga y que por eso actuaron de esa forma, pero señala que fue una acción arbitraria, porque lo hicieron de manera violenta, sin confirmar si lo que les dijeron es verdad o tal vez sólo fue para afectar a la familia del pescador.—Gabino Tzec Valle.
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Disparos en un retén de la SSP.
Incidente con un joven trailero que atropelló un cono.
22/08/2010
Una discusión entre el conductor de un tráiler y policías de un retén derivó en un alboroto cuando a un agente se le “escapó” un disparo al desenfundar el arma para presionarlo a que se baje del vehículo.
El “delito” del trailero fue derribar un cono naranja del retén cuando maniobró para entrar con el camión al taller de Transportes Zapata, propiedad de la familia del chofer. El retén estaba a las puertas del taller, a 500 metros del Anillo Periférico, sobre la carretera a Cancún.
Los hechos sucedieron ayer al rededor de las 13:30 horas, cuando Carlos Alejandro Zapata Ortiz, de 29 años, maniobró el trailer que conducía para entrar al taller de su padre, Carlos Medardo Zapata Muñoz.
A las puertas del taller estaban unos conos naranjas de un retén, uno de los cuales atropelló Zapata Ortiz al maniobrar.
“De manera prepotente y a gritos, un oficial le exigió a mi hermano que se bajara del tráiler”, relató Edgar Guillermo Zapata Ortiz, hermano del trailero, quien estaba en el taller.
Como su hermano no se quiso bajar, el policía sacó su arma y en ese momento sonó el disparo, el cual perforó el pavimento.
Al lugar llegó Carlos Medardo Zapata Muñoz, papá del trailero y minutos después su hermano Víctor, quienes tomaron el casquillo en su poder.
Los compañeros del oficial que disparó presionaron e incluso amenazaron a la familia para que les entregaran el casquillo de la bala, pero no aceptaron.
Minutos después llegaron dos camionetas antimotines y dos patrullas, un comandante se acercó a la familia y les ofreció disculpas por el incidente.
“Nos dijo que sancionarían al policía que disparó y a uno de sus compañeros que se comportó también altanero, e incluso les harían pruebas psicológicas”.
El comandante de la SSP les explicó que por la naturaleza de su trabajo los oficiales portan armas, pero era inadmisible lo que había pasado.
Les pidió que le entregaran el casquillo y que confiaran en su palabra de que serían castigados los oficiales, lo que hicieron los familiares del trailero para no tener más problemas.
“Les devolvimos el casquillo para no calentar más las cosas, pero no es posible que en la policía haya elementos que actúen como lo hizo este agente”, lamentó Victor Zapata —“No pasó nada”, dijo el compañero del agente que disparó, pero qué tal si hubiese pasado, no pueden andar sacando la pistola por cualquier motivo, tienen que tener criterio para hacerlo —añadió.
Finalizado el incidente y con el casquillo en su poder, la policía se marchó y retiró el retén.— Luis Iván Alpuche Escalante.
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COMENTARIO.
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Éso Saidén, síguete luciendo, lo dije antes y lo repito ahora, eres un imbécil protegido de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, lo único que te importa es tener el control del narcomenudeo en Mérida y de sacar "raja" de lo que tus oficiales recolecten en sus retenes y sus detenciones arbitrarias.
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Ésto es sólo una pequeña muestra de en manos de quién estamos en esta nuestra sufrida Mérida, una policia estatal que hace lo que quiere, con oficiales que a la menor provocación sacan sus armas de cargo de manera irresponsable poniendo en peligro a una sociedad a la que se supone deberian proteger, ¿y la gobernadora?, ¡bien, gracias!.
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¡Que alguien nos ayude por Dios!, ¡Batman, Acuaman, Harry Potter o quien quiera que venga a ayudarnos pero yá!.
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Fuentes e imagenes:
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---Diario de yucatan edición electrónica.