Más de toros

Publicado el 25 septiembre 2018 por Alejandropumarino

A mí los toros no me gustan pero entiendo que no se pueden prohibir por decreto. Creo que estaría bien preguntar a la gente. Creo que en esto habría que ser demócratas

El Sr. Iglesias pretende democratizar la Fiesta Nacional empezando por retirar las subvenciones, según afirmó algo después, en la misma declaración. D. Pablo, mesías también del pobre toro bravo, propondría la prohibición directa si la medida no le costase un buen puñado de votos que probablemente, sus expertos no saben ni calcular, y de tal guisa camina entre dos aguas no diciendo ni que sí ni que no, sino todo lo contrario.

La memoria, si no me juega una mala pasada, me trae el caso de la podemita sevillana, que pretendía someter a votación la Semana Santa en la capital hispalense. No hicieron falta expertos para determinar las consecuencias de la propuesta -de la que se afirmó más tarde tratarse de un simple comentario- que causó un auténtico revuelo popular entre todos los estamentos sociales de la ciudad andaluza.

Prohibir en nombre de la libertad es una práctica habitual del progresismo militante, aunque a veces, no se entiendan ellos mismos; no se pierdan la entrada de mañana.