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Publicado el 08 octubre 2013 por Alejandropumarino

Diversos correos electrónicos confirman la emisión de facturas falsas e infladas a favor de la federación andaluza de la Unión General de Trabajadores (UGT) por sus proveedores habituales.

No se trata, por tanto, de casos puntuales o de un error aislado, como pretende hacer ver el líder en Andalucía de este sindicato, Francisco Fernández Sevilla, ante las abundantes pruebas aportadas durante las últimas semanas por EL MUNDO sobre los presuntos desvíos de fondos públicos a actividades tan variopintas como una cena con barra libre en la feria de Abril de Sevilla en 2010 o pancartas sindicales para una huelga.

De momento, ninguna de las investigaciones anunciadas tanto por el Gobierno andaluz como por el sindicato ha concluido. Las pesquisas están en manos de la Fiscalía Superior de Andalucía y de varios juzgados de Sevilla, que han abierto diligencias sobre este uso fraudulento de los fondos públicos destinados a la lucha contra el paro o a la formación de los desempleados.

Este diario ha tenido acceso a nuevas pruebas que confirman los desmanes contables de UGT-A. Diversos correos electrónicos entre el responsable de compras de UGT, José Miguel Galdeano, y una administrativa de un proveedor habitual del sindicato, la empresa Lienzo Gráfico, en octubre de 2012, confirman la emisión de facturas falsas e infladas a favor de este sindicato.

De las facturas falsas queda rastro en la respuesta de la administrativa cuando le detalla el listado de albaranes. De las 20 que aparecen en el e-mail, 11 son falsas, presuntamente, ya que no cuentan con ningún albarán asignado; es decir, la empresa de impresión no ofreció ningún servicio al sindicato, sólo la factura falsa.

En los correos electrónicos, el sindicato y Lienzo Gráfico tratan de cuadrar el «bote» o «saldo a favor» de UGT en la empresa, que resulta de inflar o falsear previamente facturas que el sindicato terminaba endosando a la Administración.

Según los cálculos del director de compras de UGT, el «bote» -como él denomina al saldo de facturas infladas- asciende a 88.413,09 euros. Sin embargo, su proveedor le corrige y le hace ver que la cantidad es mucho mayor. Así, el 6 de noviembre de 2012, el sindicato contaba con un saldo de 123.964,94 euros a su favor, detalla el correo que se reproduce en estas páginas.

Semejante «bote» corresponde en exclusiva a fondos públicos, según las fuentes consultadas por este diario. Es lo lógico porque ¿acaso va a abonar el sindicato una factura inflada de su propio bolsillo?

Este baile de cifras, del que queda rastro en los correos electrónicos, es una prueba más de que la empresa y el sindicato tratan de cuadrar la contabilidad con facturas falseadas que no se corresponden con los trabajos realizados.

Tanto UGT como su proveedor sacan tajada. El sindicato consigue un saldo a su favor en la empresa que luego emplea a su antojo, mientras que la empresa recibe por adelantado enormes sumas de dinero, ya que UGT abona el precio del servicio y también la cantidad inflada. La única perjudicada es la Administración, que termina pagando sumas desproporcionadas o infladas por los servicios.

De hecho, por 1.000 libros sobre la igualdad entre mujeres y hombres en las pymes andaluzas, que subvencionaba la entonces Consejería de Empleo, la Junta pagó el triple de lo que costaban, según se puede constatar en las facturas y albaranes que ilustran esta página.

Se trata de la factura A/531 que Lienzo Gráfico Impresores cargó a UGT el 14 de julio de 2011 por los 1.000 libros, con un coste de 9.621,43 euros, dentro del programa Difusión del mercado de trabajo. El valor real de los libros era mucho inferior, según se puede apreciar en el albarán número 668, en el que la citada empresa certifica que los ejemplares cuestan en realidad 3.069 euros. Por lo tanto, a la Junta de Andalucía le colaron una factura por más del triple de esta cantidad.

Hay un documento de Lienzo Gráfico con el título Resumen UGT que vincula la factura A/531 con el albarán 668. Por el mismo producto, los 1.000 libros, se genera el citado albarán de 3.069 euros -el coste real de los libros- y una factura «por adelantado» de 5.084,75 euros -la cantidad inflada-, que suman los 9.621,43 euros que termina pagando la Junta.

Tomado de El Mundo del día 27 de Septiembre de 2.013