—¿Cuál es el mayor problema de la cirugía plástica en Venezuela?
—Definitivamente, los biopolímeros. Tenemos el problema de la población que se los ha inyectado y de la industria clandestina que sigue colocándolos a pesar de que están totalmente prohibidos en el país.—¿Qué cifras maneja de la población afectada?
—Tenemos 12 muertes confirmadas por biopolímeros y calculamos que más del 30% de las mujeres venezolanas con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años, porta biopolímeros. Muchas no lo dicen, ni siquiera cuando llegan al médico por algún tipo de complicación. Es un secreto entre ellas y su espejo. El 100% de nuestras pacientes requiere atención psiquiátrica, porque esto lesiona su autoestima. No es fácil decirles que no hay solución.—¿Cómo ha reaccionado Venezuela ante esta situación?
—Nuestro país, junto a México y España son los que más han tomado medidas ante un problema de salud pública mundial.—¿Cómo es que con tantas advertencias y prohibiciones, siguen entrando los biopolímeros al país?
—Es todo un negocio y hay mucha desinformación en las víctimas. Los que trabajan con esto ingresan la sustancia al país por contrabando o pasan toneles de parafina para manejarlo supuestamente en la industria automotriz y luego el uso que se le da es otro.
—¿Qué medidas se han tomado ante este problema?
—El Ministerio de Salud ha aumentado los controles para la entrada de productos de importación con fines médicos al país, pero está por emitirse una resolución en la que se ordena la colocación de publicidad contra los biopolímeros en centros de salud, peluquerías y sitios de estética, una campaña similar a la del cigarrillo.
—Hay personas que dicen haberse inyectado silicón y, sin embargo, no presentan ningún problema?
—Este es un grave error y una de las causas de que el problema se siga expandiendo. Hay un lapso que va desde el tercer día hasta 20 años en que se produce la reacción y les aseguro que el 100% de los pacientes van a presentar una reacción. La mayoría de las víctimas presenta problemas entre el segundo y quinto año del procedimiento.
—¿Cuáles son las consecuencias?
—Puede comenzar como un hematoma, hormigueo o un pequeño granito, pero la sustancias rechazadas por el organismo y las complicaciones pueden llevar a sepsis y hasta la muerte.
—¿Considera que es un problema mayor que el de las prótesis mamarias PIP que causaron tanta alarma en todo el mundo?
—Indudablemente que sí. Con el fraude de la empresa francesa Poly Implant Protheses hubo un gran escándalo, pero es algo reversible. En Venezuela nos unimos autoridades, cirujanos y clínicas para dar respuesta a lo que se considera un problema de salud pública y se ordenó la sustitución y reemplazo de las prótesis. Para junio, cuando se aprobó el protocolo entre 60% y 70% de las portadoras ya se habían hecho el retiro por sus propios medios. Actualmente en el registro que lleva el Ministerio de Salud hay alrededor de 1.300 registradas, pero solo 13 o 14 tienen prótesis rotas y estoy seguro de que para febrero ya todas estarán operadas. Aquí al menos hubo una solución, el problema con los biopolímeros es que no se ha encontrado la forma de revertir los daños causados en el organismo.
Fuente: Maidolis Ramones Servet / http://www.panorama.com.ve/portal/app/vista/detalle_noticia.php?id=44772
Publicado por Género con Clase