Por Ileana Medina Hernández
La obra de Antoine Coype, 'Júpiter y Juno en el monte Ida" que ilustra el artículo de El Mundo
El otro día,
la periodista Mar Muñiz, de El Mundo, me mandó un cuestionario para un reportaje sobre un libro que se anuncia en estos días y sobre el que ya escribí aquí.
El reportaje de El Mundo es
este.
Como, lógicamente, no podía incluir todas mis respuestas
, las reproduzco completas aquí:
- Dices en tu post que está de moda todo lo vinculado a las malas madres. Te pregunto por qué está de moda o por qué, al menos, lo crees tú.
Pues constato que está de moda porque hay una comunidad social en España con ese nombre, con mucha actividad, El Club de las Malas Madres, que aunque al final no sean "malas madres" de verdad, ironizan y sacan partido, incluso publicitario a ese nombre. No veo que haya clubes de malos médicos, malos políticos o malos padres. Sin embargo, parece que con esto sí se puede jugar. También hay una película en cartelera con el mismo nombre. Y sobre todo, hay una enorme y grandísima blogosfera maternal de todo tipo y color. El tema de la maternidad ha salido a la luz, y por primera vez, gracias a los blogs y las redes sociales, escrito por las propias madres. La maternidad había estado siempre confinada al espacio doméstico y a la intimidad, y por primera vez todo lo que se habla sobre maternidad, lactancia, sueño infantil, etc... suscita grandes debates y audiencia en las redes sociales y en los medios online. La maternidad, los cuidados, lo doméstico está empezando a ser tema público y político y creo que eso es bueno.
- Hay opiniones que niegan que la maternidad sea un instinto. Dicen que, de serlo, todas las mujeres querrían tener hijos. Que es todo una construcción social.
A ver, todos los mamíferos -y los humanos lo somos- tienen una serie de comportamientos definidos cuando nacen sus crías, pues las crías de mamíferos, a diferencia de los reptiles, necesitan cuidados, cuerpo materno y leche de su especie al nacer. El instinto maternal, si es algo, no serían las ganas de tener hijos, sino la capacidad de responder a las necesidades de la cría cuando esta nace, es la propia cría la que induce el comportamiento de cuidado de la madre cuando ambas no se perturban, según indican los estudios que aporta por ejemplo, el prestigioso neonatólogo Nils Bergman. Podemos discutir si en el caso de los humanos "todo es cultural" y en todo caso, qué tipos de culturas, a la corta o a la larga, nos beneficia o nos perjudica como seres vivos. Simone de Beauvoir, en su paradigmático libro
El Segundo Sexo, coge el ejemplo de varias mujeres que conoce, y que no son felices con su maternidad, para "demostrar" que no todas las mujeres se sienten felices siendo madres. Lo mismo ha hecho hace unos años la francesa Elizabeth Badinter y ahora este nuevo libro " madres arrepentidas". Es una obviedad. Por cierto, el titular sensacionalista que se ha manejado en los medios de comunicación "si murieran mis hijos sería un alivio" me parece no solo escandaloso sino incluso probablemente delictivo. O es que podría yo publicar en titulares por ejemplo "si murieran mis jefes, sería un alivio" o si murieran las feministas, o mis padres, o cualquier otra persona. ¿Como vamos asumir esto como una "gracia" cuando se trata de los hijos?
- Dicen, también en esta línea, que la crianza natural aumenta la
"esclavitud femenina". También me interesa tu opinión sobre esto.
La "crianza natural" o con apego, o respetuosa, que muchos nombres recibe, podría ser una esclavitud si alguna mujer la asume como un mandato. Pero si la practica libremente y con placer, pues no es una esclavitud. Cada mujer es madre como mismo es persona, y somos mayorcitas de edad y tenemos bastante información, más que nunca, como para que cada una decida cómo quiere criar a sus hijos, siempre dentro de la legalidad, que hasta donde sé, son los únicos límites obligatorios para todos. Lo otro, es información, opinión e ideología, y con eso cada una puede hacer lo que estime conveniente. Nadie puede obligar a una mujer a dar el pecho, o a cogerse una baja maternal de más de seis semanas. La que quiera dar biberón e incorporarse inmediatamente al trabajo es muy libre de hacerlo e incluso el sistema casi la obliga a ello. En Estados Unidos se están creando grupos de presión por una baja maternal digna, liderados por dos mujeres cuyos hijos han muerto de muerte súbita, relacionada con la incorporación a la guardería a los 15 días de nacidos. Se trata de ver si las que queremos hacer otra cosa, también podríamos ver aumentados nuestros derechos a permanecer con nuestros hijos.
- ¿Continúan las presiones sociales como para que en Occidente haya mujeres arrepentidas de su maternidad?
Las presiones sociales para ser madre, puede que existan. Todo el mundo sabe que puede haber una vecina impertinente, una suegra o alguna compañera de trabajo que te pregunte ¿y los hijos para cuándo?. Pero no veo que haya ninguna otra presión social. Y a la vecina, a la suegra o a la señora de la cola de la charcutería, bien podemos dar poca importancia a lo que opinen si nosotras decidimos no tener hijos. Mi hermana y muchas de mis amigas no han tenido hijos, y no veo que les haya ocurrido nada. Son felices con sus vidas y sus profesiones. Los mercados más bien presionan en sentido contrario, y los estudios indican que las mujeres españolas tienen menos hijos de los que quisieran por motivos laborales. La presión laboral es en mi opinión mucho más real, porque puedes perder tu trabajo, tu carrera o tu oportunidad, que lo que pueda pesar "el qué dirán" si decides no ser madre. En el ambiente en el que me muevo, hay muchas mujeres sin hijos y no veo que se siental mal por ello.
Arrepentirse una vez que los has tenido es una cosa bien distinta. Como digo en mi post, claro que pueden existir y existen madres arrepentidas de serlo. Y madres tristes, enfadadas, deprimidas, agobiadas, solas. Todo el mundo se siente a veces triste, arrepentido, agotado, agobiado, solo, frustrado, rabioso...
haya tenido hijos o no. Son estados normales de la vida, no necesariamente patológicos. Hay grados. Y hay momentos. También hay madres maltratadoras, abusadoras, narcisistas, neuróticas, violentas, enfermas, incluso suicidas o asesinas. Lo que tenemos que debatir es cuáles son los factores sociales, grupales, familiares e individuales que pudieran mejorarse para que las madres, pero no solo las madres en general todas las personas, se sientan más felices, más apoyadas y más acompañadas en la crianza de los niños. El suicidio es una causa de muerte en aumento en países como España, también la depresión, la ansiedad, la soledad, en grados más o menos patológicos. Todo eso aflora de forma fulminante, cuando además, tienes a tu cargo a niños pequeños, seas madre, padre o cuidador, pues quien no ha sido sostenido, quien está estresado o quién esta enfocado en asuntos externos, se ve muy desbordado para cuidar o criar. El tema de los cuidados y la capacidad de cuidar tiene que aparecer cada vez más en las agendas políticas y en los debates sociales, para que podamos darnos cuenta de qué es lo que nos pasa.