¿Más Europa es la salida?

Publicado el 10 julio 2012 por Kikisan @starsailover

El euro, uno de los símbolos más representativos de la Unión Europea


La crisis económica actual y la pérdida de confianza de los mercados en algunos de los países de la Zona Euro no es el primer desafio y seguramente no será el último que tendrá que enfrentar este bloque y que plantea una vez más a sus miembros decidir hasta que punto quieren avanzar en la integración.
Más Europa es la salida, parece ser la conclusión producto de una nueva reunión entre la canciller Alemana, Angela Merkel y el presidente Francés François Hollande que juntos representan uno de los ejes más importantes de la Unión pero cuya relación no había empezado con pie derecho ante la tendencia de Merkel  a enfrentar la crisis con medidas de austeridad frente a un nuevo presidente Socialista francés que ha querido enfocar el problema en las políticas de estimulo de crecimiento.
La moderación de ambas posturas en las últimas reuniones de los líderes del bloque europeo reflejan que el pragmatismo empieza a imponerse y que serán exploradas medidas que busquen tanto el estimulo de las economías, la lucha contra la especulación y el rigor fiscal.   
Algunas de las medidas que ya se han planteado representan una refundación de Europa:  Unión Bancaria, más Unión Política, en un futuro la implementación de una Deuda Única Europea, más Unión Económica que implicaría que Bruselas tendría más control sobre cómo gastan cada uno de los socios europeos su presupuesto nacional.  Se perderá más soberanía a favor de continuar en la construcción de un proyecto mayor. 
No todos están de acuerdo con el rumbo que está tomando la Unión Europea.  Reino Unido por ejemplo, es uno de los países considerados más "euroescépticos" al punto de dudar sobre preguntar en las urnas a sus ciudadanos sobre su continuidad dentro de la Unión.  Es por ello que Hollande, en su primera visita de Estado al Reino Unido ha dicho así mismo que es posible el desarrollo de una Europa de varias velocidades en la que cada país decida hasta que punto quiere avanzar en el proceso integrador.
Es interesante cómo en momentos en que más voces se alzan en contra de la Zona Euro y la Unión Europea se presenten alternativas a este alarmismo que recuerden que la salida no tiene que ser destruir un proceso que lleva más de 50 años sino tal vez: más Europa.